Informe del Banco Mundial rescata lecciones de la última década que la región podría utilizar para repotenciar su crecimiento.
El período en el que se gozaba de altos precios de las materias primas y un contexto internacional estable, le permitieron a América Latina tener el desempeño económico favorable que ha experimentado. Sin embargo, hoy en día, las proyecciones a futuro para la región no resultan ser tan promisorias.
«Con el fin del auge de las materias primas, y en medio de condiciones globales menos favorables, la región está despertando a una nueva realidad de crecimiento ralentizado”, señaló el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar.
Frente a este escenario, acorde al informe «Más allá de las materias primas: el reto de crecimiento en América y el Caribe» del Banco Mundial, la institución analiza la tendencia de expansión económica en América Latina y concluye que mucho más importante que los factores externos son las reformas realizadas para favorecer el crecimiento, puesto que pueden producir mejores resultados para asegurar un crecimiento sostenible y la reducción de la pobreza.
De esta manera, el Banco Mundial recordó que la prosperidad experimentada por la región en la década del 2000 se debió por las reformas nacionales implementadas en un contexto internacional favorable, como fueron las políticas enfocadas a controlar la inflación y la volatilidad cambiaria de la década de 1990. Gracias a ello, surgieron nuevos referentes del crecimiento en la región como: Panamá, Perú, Colombia y República Dominicana. “Si la región pudo hacerlo una vez (reformas), puede hacerlo de nuevo”, finaliza Jorge Familiar.
Fuente: Diario «El Comercio»
