En los últimos días, se encendieron las alarmas debido a que la revista The Economist pronosticó que se avecina una crisis alimentaria en el mundo. Sin duda, este es un tema que ha generado una sensación de incertidumbre ante lo que pueda suscitarse en el futuro, puesto que es claro que las personas de escasos recursos serán las principales afectadas. En ese sentido, el presente artículo tiene como objetivo analizar cuáles son las razones que se esbozan para señalar que un escenario como tal podría suceder, analizar a los principales afectados y qué medidas de política se pueden tomar al respecto.
Factores que podrían generar una crisis alimentaria
De acuerdo al portal Infobae (2022), The Economist señala como razones principales la insuficiencia de fertilizantes para abastecer la demanda de los países y también la dificultad de realizar exportaciones, todo lo cual se arrastra desde las restricciones de la cuarentena para enfrentar la pandemia y, en los últimos meses, debido a la invasión de Rusia a Ucrania. Además de ello, la guerra entre dichos países ha generado también que, por un lado, la comercialización de diversos productos como el trigo, maíz o aceite de girasol se torne complicada y, por otro lado, que se produzca un incremento considerable en los precios de los combustibles, así como costos superiores de fletes debido a las restricciones territoriales en las zonas de conflicto.
En la misma línea se encuentra Deutsche Welle (2022), la cual indica que, de acuerdo a lo señalado por la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el conflicto entre Rusia y Ucrania ha generado un aumento de precios de diversos insumos claves para llevar a cabo la producción de alimentos; por ejemplo, el precio de los fertilizantes se han incrementado en un 300% en los últimos meses y, en general, se ha suscitado una subida de los precios de los alimentos que han oscilado entre el 8 y el 11.3%.
Latinoamérica ha sido uno de las principales zonas del mundo que catalogada como la que sufriría consecuencias graves debido a esta crisis. Al respecto, la Deutsche Welle (2022) recoge las declaraciones de Susanna Daag, encargada de la oficina de enlace de Welthungerhilfe para Perú y Bolivia, quien señala que para el caso latinoamericano, una de las principales barreras para enfrentar el hambre es que existe un problema sistémico, ya que el modo de producción de la región prioriza la producción agrícola orientada hacia la exportación, la cual se realiza a gran escala y depende de hidrocarburos que generan un impacto negativo tanto para la sociedad como para el medio ambiente en general.
Principales afectados por la crisis de alimentos
Los principales afectados por esta crisis son las personas de menos recursos, las cuales durante los años se han visto en dificultades para llevar a cabo sus actividades de alimentación, pero que esta vez podrían verse mucho más afectados, ya que ni siquiera podrían acceder a un plato de comida. Por ejemplo, según el Correo Gallego (2022), la Organización de las Naciones Unidos estima que aproximadamente 50 millones de personas se encuentran en riesgo de hambruna, ya que, en la actualidad, son 49 millones de 43 países distintos que se encuentran a un paso de la hambruna, mientras que medio millón de países como Etiopía o Madagascar ya se encuentran en tal situación.
Además, no solo se ven afectados los consumidores, sino también los productores de alimentos. Por ejemplo, Infobae (2022) recoge declaraciones de Álvaro Girón, ingeniero agrónomo y agricultor, quien indica que es bastante posible que la producción agraria decrezca producto de la escasez de fertilizantes y agroquímicos, lo cual impacta negativamente principalmente sobre productores pequeños e informales quienes se verán forzados a cerrar sus cosechas y cultivos; ello terminará generando un incremento de los precios de dichos productos.
Medidas para enfrentar la crisis alimentaria
Según mencionan Ndidi Okonkwo y Oliver Camp en el diario El País (2022), existe un problema claro dentro de los sistemas alimentarios, puesto que no están logrando su objetivo que es proveer de alimentos saludables y nutritivos a la población. Es por ello que se indica que el sistema alimentario debe estar basado en una producción sostenible, que respete a los ecosistemas, que promueva un tipo de economía circular y un mejor uso de los recursos, lo cual generará que la salud de las personas sea mejor, se impulse el empleo y, por tanto, el nivel de ingresos de la población aumente.
Finalmente, para el caso peruano, David Rivera del Diario La República (2022) recoge lo comentado por Carolina Trivelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social, quien indica que Perú podría tener la capacidad para enfrentar la crisis de alimentos si se apoya en la producción agrícola nacional, pero el punto es que debe ofrecerse apoyo a las personas de escasos recursos para que puedan acceder a los alimentos más caros, así como asegurar que los productores puedan producir para la próxima campaña; en caso contrario, la crisis será más severa para el país.
Fuentes
Deutsche Welle (1)
El Correo Gallego (2)
El País (3)
Infobae (4)
La República (5)
También te puede interesar: MEF: Medidas para enfrentar el alza de precio de combustibles y alimentos