Económica

LA DECISIÓN DEL MEF DE EMITIR BONOS SOBERANOS HASTA 101 AÑOS

Compartir en:

Waldo Mendoza, días después de haber aceptado el cargo de ministro de Economía y Finanzas, junto al MEF autorizó la emisión de bonos soberanos por US$ 4,000 millones, incluyendo un primer bono con un plazo hasta el 2121. Varias autoridades en el tema han opinado cómo esta decisión, que puede resultar controversial, fue factible para el Perú y señalan qué beneficios traería tanto a nivel país como con el ciudadano, sin dejar de advertir las posibles consecuencias.

El MEF colocó el lunes deuda en tres tramos por 4.000 millones de dólares, incluyendo su primer bono a plazo de un siglo. Los otros dos fueron el bono 2032 de 1.000 millones de dólares colocado a una tasa cupón de 1,86%, con un diferencial de 100 puntos básicos sobre el bono estadounidense; y el bono 2060 por 2.000 millones de dólares con una tasa cupón de 2,78%, a 125 puntos básicos del rendimiento comparable.

Según el economista Grado Smith, un bono es un mecanismo de endeudamiento que da fondos a los estados o empresas para realizar determinados emprendimientos, si para una persona es el banco al cual recurren si necesitan un crédito, una empresa o un país lo puede hacer también mediante este o emitiendo un bono, la cual depende de inversionistas institucionales.

Grados señala que este tipo de acción, además de señalar la confianza de los inversores en el país, también puede traer beneficios a corto y mediano plazo. La emisión de tal bono calza con el apetito que venían mostrando los inversionistas internacionales, ya que estos han venido viendo la curva de rendimiento peruana como una curva de oportunidades en el tramo largo. Además, la emisión a dicho plazo es positiva para el gobierno, pues supone una menor presión para servicio de deuda de corto plazo, agrega Victor Díaz, director ejecutivo de renta fija de Credicorp.

Asimismo, Grados declara que la venta de los bonos también podría implicar que el país tenga un mayor acceso a recursos o subsidios ante una potencial segunda ola de la pandemia de coronavirus. También, señala que podría implicar algunas mejoras financieras para los ciudadanos, ya que, al entrar más recursos a la economía, conceptualmente, debería bajar la tasa de interés en el mercado local. Y, por último, al existir financiamiento a largo plazo, el Estado puede invertir en grandes obras de infraestructura.

Por otro lado, Grado Smith señala que este tipo de jugada económica puede también traer graves consecuencias, principalmente un sobreendeudamiento. Debido a que, lo calculado inicialmente por expertos era que la deuda peruana no debería ser más de 30% del PIB. Y este lunes pasado, el ministro de economía Waldo Mendoza afirmó en el Congreso que se prevé que el nivel de la deuda pública con respecto a la producción nacional aumentará de un 28% del PIB a un 35% a fines de este año y hasta un 38% en el 2021.

Por último, Grados añade que a pesar que Perú cuenta con lo necesario para un mejor desarrollo económico, los resultados de esto dependerán en gran parte de la clase gobernante. Así como, el curso político del país y la sombra de la corrupción, que pueda afectar el uso de los fondos obtenidos con los bonos.

Fuentes:

BBC: (1 )

Reuters: (2)

Semana Económica: (3)

Artículos relacionados