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Alarco:»El recetario básico contra la crisis es política fiscal y monetaria contracíclica»

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La política económica es un conjunto sistémico, un conjunto en el que debo de incorporar el tema del planeamiento estratégico y pensar en un nuevo consenso económico social.

Las proyecciones de crecimiento de este año eran cercanas al 4%, tasa similar a la del año pasado. Sin embargo, a raíz del descubrimiento de los hechos de corrupción de Odebrecht y del inicio de un nuevo Fenómeno del Niño Costero, estas cifras se revisaron a la baja. Por ello, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) implementó un Plan de Impulso Económico a inicios de marzo para dinamizar la economía y expandir el crecimiento, pero cuando los efectos del Niño Costero se magnificaron, el contexto para el cual se pensaron estas medidas había cambiado. Ante esto, Germán Alarco, profesor de la Universidad del Pacífico y experto en temas de macroeconomía, nos da su opinión al respecto.

A principios de este año, antes de El Fenómeno Niño Costero, las expectativas de crecimiento se situaban cerca al 4%. Si no se hubieran producido los desastres, ¿la economía podría haber crecido por encima del 3.9% del año pasado?

Nuestro estimado estaba alrededor del 3.5%. En realidad, todos sabemos que los factores que impulsan el producto en términos de su estimación cuantitativa es qué ocurre con las cantidades físicas del sector minero. Es decir, en el año 2016 esto se manifestó claramente por el efecto de Las Bambas, pero ya para este año el aporte marginal de los proyectos era bastante limitada. Este fue, para mí, uno de los principales elementos que explicó este número más cercano hacia el 3% o 3.5%, pero claramente por debajo del 4.8% que planteó inicialmente el MEF. Si se estaba hablando del 3.5% de crecimiento, ahora, después de los desastres sufridos, estaríamos hablando de un crecimiento de entre 2.3% y 2.5%. Este es el número básico asociado a un déficit fiscal del 2.5%, que es la meta para este año. Probablemente esta meta se elevaría hasta casi un 4%, lo que podría tener un impacto sobre el producto, que crecería entre el 2.5% y el 3%, dependiendo del impulso del gasto asociado al mayor déficit fiscal.

Una medida del MEF que tendría un impacto positivo en la economía es la subvención de los aportes a EsSalud hacia las empresas que empleen a jóvenes entre los 21 y 29 años de edad. Pero ¿esta medida no es riesgosa teniendo en cuenta los desastres que se han producido en el sentido que significaría una nueva cuenta presupuestal?

La gran crítica en relación a esta propuesta por el lado del sector trabajo es que se supone que el gobierno subsidiaría la aportación al seguro social, pero este también es el principal deudor del mismo. Si realmente se cancelan esas deudas, el asunto no sería no muy negativo. El gran problema de que se dé un incentivo para contratar a trabajadores jóvenes es que el gobierno dice ‘yo voy a pagar el seguro social’, pero en la práctica no lo paga y eso genera un gran forado, un gran hueco en las finanzas del seguro social. Eso constituye un gran peligro.

El otro gran problema cuando uno establece estas normas es que van por el lado microeconómico. Como hay tantos incentivos, lo que puede generar es que se empiece a despedir a personas de otros grupos de edad para incorporar a jóvenes que son más baratos y que me subsidien por ello. Para que se aplique el subsidio la primera condición es que los recursos los entregue el gobierno al seguro social y que el balance neto de empleo por empresa debe ser positivo. Lo que no puede ocurrir es que se despida a trabajadores de grupos etarios más antiguos, se contrate a trabajadores jóvenes y el seguro lo pague el gobierno porque el balance neto sería cero. Se trata de incentivar la contratación de trabajadores sin despedir a los que ya estaban en la empresa.

Otra de las medidas era que tenía que reducirse el gasto corriente por 54,000 millones de soles a los gobiernos regionales o municipales.

Si yo voy a expandir reduciendo presupuesto a otros es lo mismo que nada. El impacto debe ser de mayor gasto. Lo que se necesita es un impulso fiscal y si yo comienzo a decir que voy a reducir el gasto de determinadas entidades, lo que estoy haciendo es reduciendo el impulso fiscal. El impulso debe ser neto, orientado más hacia la inversión pública que hacia el gasto corriente. Necesariamente toda política de expansión de la inversión requiere algo de expansión del gasto corriente porque para diseñar proyectos y para hacer el seguimiento de los mismos necesitas gasto de personal y corriente.

Las cifras decían que la desaceleración económica va a continuar; sin embargo, en enero el PBI ha crecido 4%, aunque no se ve un crecimiento real dentro de la economía. ¿A qué se debe esto?

No nos olvidemos que lo que mide el PBI es el índice de volumen físico de la producción donde hay una serie de sectores materiales, digamos, agropecuario, pesca, minería, manufactura, que se evalúan en función estricta de qué ocurre con sus volúmenes de producción y hay un conjunto de sectores que son inmateriales (servicios). Entonces el producto es una combinación de 60% de producto físico y 40% de inmaterial que se corresponde de manera compleja con el producto material. Pero no nos dice nada sobre qué pasa con los precios. ¿Qué pasa cuando la minería aumenta físicamente en 4% pero los precios de los productos mineros caen en 3%? El ingreso real que van a recibir los actores es menor en términos reales. La información del INEI es solo volúmenes físicos pero cuando quiero medir la actividad económica en realidad tengo que ver que pasa con los impulsos en términos reales entonces yo puedo tener más volumen pero menos precios y eso me genera menor nivel de actividad económica; puedo también tener menor volumen pero precios más altos, eso va generar una derrama sobre el resto de sectores de la economía que me puede llevar a que el producto que observamos, no el que registra el INEI, sea mayor, entonces yo creo que la variable clave es ,acompañando el volumen físico, es qué ocurre con los precios. Una política cambiaria equivocada como la que hemos tenido, que ha permitido la apreciación de la moneda nacional –en un momento pasamos de S/3.50 a S/2.50– fue aparentemente bueno para las finanzas de las personas porque en términos reales ganaban más en dólares, pero en términos del aparato productivo en una economía totalmente abierta fue totalmente negativo.

Siguiendo con el tema del dólar, en el aspecto financiero los dólares provenientes de la actividad minera ingresan con costos sociales altos, casos como Conga y Tía María. Y no se cuida la presencia de los dólares dentro en el mercado, porque ingresan y salen vía compra de productos importados, lo cual ocasiona que el dólar suba. ¿Cómo lidiar con eso?

Si se aprecia la moneda nacional se van a atraer capitales de corto plazo, lo cual va a retroalimentar la espiral de apreciación de la moneda nacional. Lo que debió haber hecho el BCR fue una política activa de compra de divisas para mantener un tipo de cambio más alto, y hacer un gran colchón de divisas. Ahora las divisas están en 65 mil millones de dólares cuando podrían estar en 90 mil millones fácilmente de haberse aplicado estas medidas para evitar la apreciación de la moneda nacional. A partir de diciembre del 2012 se comenzaron a caer los precios de las materias primas, y a partir del 2016 han incrementado ligeramente sus precios, pero eso va a cesar cuando la Reserva Federal comience a elevar más sus tasas de interés. Y el panorama se pone más complicado cuando agregamos sucesos como el BREXIT y la elección de Trump, tanto por el lado de la economía internacional como por el lado de la economía interna.

Por otro lado, el profesor Waldo Mendoza publicó un artículo el 11 de abril en el cual critica, de alguna manera, al BCR porque la inflación está medio punto porcentual por encima de su rango meta. ¿Cree que se debería cambiar el rango de inflación?

Yo estoy en desacuerdo. ¿Por qué no es una buena medida? Porque se olvida de qué empresarios están en el Perú. Efectivamente, el Banco Central está incumpliendo las metas de inflación en el 70% de los meses. Sin embargo, abrir el rango es garantía natural para que los empresarios aumenten más los precios, y en estas circunstancias sería contraproducente. Yo tengo una crítica hacia ese tipo de planteamientos, porque se circunscriben solo a la política macro, lo cual es erróneo, porque la política a nivel macro se debe acompañar de política a nivel micro, de políticas intermedias y a nivel meta. Decir que voy a ampliar el rango meta y que el Banco Central va a seguir haciendo lo mismo sin otras políticas tendrá como resultado directo más inflación. La única forma es tener una concepción global del manejo de la política económica incorporando diferentes aristas.

Finalmente, las medidas de impulso son temporales. ¿Qué pasaría si los efectos del Fenómeno del Niño Costeño se pudieran prolongar a lo largo del año? ¿Cuáles deberían ser las respuestas del MEF?

Yo creo que el recetario básico contra la crisis es política fiscal y monetaria contracíclica. Sí, se podrían usar los ahorros que hemos acumulado a lo largo del tiempo, pero va a llegar un momento que tenemos que aumentar la presión tributaria, lo cual va acompañado de elevar las tasas marginales para los segmentos de muy altos ingresos y también en relación a impuestos prediales. Y no hay que olvidar que la política económica es un conjunto sistémico, un conjunto en el que debo de incorporar el tema del planeamiento estratégico y pensar en un nuevo consenso económico social. En este sentido, hay que pensar en una nueva forma de relacionarnos entre propietarios y asalariados. Nuestra única variable no debe ser la promoción de la inversión privada, también hay que preocuparnos de las condiciones de vida de la población. Hay que hacer un trabajo claro en relación a cambio institucional, pero en el sentido de un conjunto de propuestas concretas como por ejemplo un nuevo estatuto para el BCR. Además, hay que transformar la estructura productiva, hay que repensar el tema de la diversificación productiva, no el de [Piero] Ghezzi, sino otro más en serio, el cual es un tema fundamental que este gobierno se olvidó. Es decir, lo que se avanzó en relación al trabajo de Ghezzi ahora ya es puro retroceso.

Un tema en el que hay que trabajar de manera intensa es en lograr que esta economía sea una economía más competitiva. Aunque parece muy conceptual, en el año 2009, cuando vino la crisis financiera internacional, los precios en EEUU y en Europa fueron en algunos casos decrecientes, crecieron o estuvieron alrededor del 0%. En el Perú, la inflación fue cercana al 3%, se cayó la demanda y el producto bajó. Es fundamental tener una visión diferente de la política económica, más allá de pensar en que solo se puede manejar con política a nivel macro, la que para mí es una visión errónea.

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