En cuanto al desarrollo económico del Perú, Waldo Mendoza (*) opina que se le ha dado mucha importancia al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). Los ministerios que se deberían priorizar —sostiene— son los de Educación y Salud.
En el contexto de la desaceleración económica del Perú, el experto señala no volveremos a ver altas tasas de crecimiento, por lo menos en el corto plazo. En la última década, Waldo Mendoza indica que la macroeconomía ha estado bien conducida. Por lo tanto, ahora las autoridades deberían enfocarse en el modelo económico y pensar en la diversificación del aparato productivo. Además, el profesor relata cómo se llegó a tener la estabilidad macroeconómica que caracteriza al Perú.
En la última década, hemos tenido altas tasa de crecimiento. Sin embargo, ahora se han reducido. ¿Cuáles cree que son los factores que explican esto? ¿Volveremos a tener altas tasas de crecimiento?
El periodo entre 2002 y 2012 ha sido para el Perú como ganar “la Tinka” dos veces, porque el contexto internacional ha sido muy favorable. Los términos de intercambio y los precios de los minerales han estado en alza. ¿Qué pasa cuando el precio del cobre o del oro sube? En primer lugar, los mineros tienen más ganancias y el gobierno puede cobrar mucho más en impuesto a la renta. Segundo, los altos precios atraen la inversión. Y por último cuando entran capitales, los bancos tienen más dinero y las tasas de interés son muy bajas. Por tanto, cuando uno entra a las tiendas como Saga y Ripley: «te persiguen para prestarte». El crédito es abundante; el consumo es abundante; la inversión es abundante. Entonces, la economía crece aunque no exista Ministerio de Economía porque hay un viento que está soplando. Ese viento ya no existe, es un viento que se ha moderado. Por lo tanto, tasas de crecimiento alrededor de ocho o nueve por ciento son «historia». Por lo menos yo no creo que podamos ver eso en los próximos tres, cuatro o cinco años; ya pasó. Ahora volvemos a la realidad. Somos un país que crece entre cuatro y cinco por ciento lo cual es todavía una tasa alta. Las condiciones internacionales han cambiado. Lo que se debe hacer ahora es trabajar en el modelo económico del Perú para sostener tasas de crecimiento similares al cinco o cinco punto cinco por ciento.
¿Cuáles son los factores claves para el desarrollo económico del país?
Está claro que, en el Perú, respecto a capital humano estamos mal. La prueba PISA nos ha dado un golpe durísimo. Aunque hay que aclarar que a esta prueba se presentan voluntarios. Los que se han presentado son países que están más o menos bien: Colombia, Argentina, Chile entre otros. Aun así, tenemos una gran deficiencia. Capital humano son, en términos concretos, Ministerio de Educación y Ministerio de Salud. En términos prácticos, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social es “un pie de página”. Es una entidad muy pequeña en términos presupuestales; por lo tanto le damos demasiada importancia cuando lo importante está en salud y educación.
¿Cuál es su opinión sobre la industrialización del Perú?
He escuchado una declaración de Piero Ghezzi: diversificar. No hay ningún país desarrollado que no se haya diversificado – producir mucho más productos. La exportación minera es casi un sesenta por ciento de la exportación total. Eso es una noticia «malísima» porque estamos viviendo de la suerte, es decir, de las condiciones internacionales.
¿Qué cree usted que va a pasar con la situación económica del país? ¿Cuáles cree que deben ser las acciones que desde ya se deben ir implementando por parte de las entidades respectivas?
De veinte crisis que hemos tenido, noventa por ciento han tenido un origen internacional. Entonces la clave de la economía peruana es conocer que esos ciclos internacionales siempre van a estar presentes y también esperarlos preparados. ¿Qué es prepararse? El BCRP debe tener un «montón» de reservas internacionales. Cuando venga la crisis, venderemos dólares. El dólar subirá pero no tanto. Los bancos que están dolarizados, cuando venga la crisis, se quedarán sin dinero pero no tanto porque se les proveerá de liquidez. En el caso del MEF, en la «época de las vacas gordas», hay que acumular recursos, para poder gastarlo en la «época de las vacas flacas». Otro aspecto importante es tener en cuenta el peso y la importancia que se les da a otros ministerios importantes como el de Salud o el de Educación. Tenemos islas de eficiencia, un BCRP con la mejor tecnocracia del país y un MEF similar pero los otros ministerios son de tercer mundo.
UN ANTES Y DESPUÉS EN LA MACROECONOMÍA PERUANA
¿Cómo se hacía las políticas macroeconómicas en los 80 y en los 90?
Generalmente, había una crisis internacional que implicaba una salida de dólares del país y, a su vez, significaba una salida de dólares del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Como éramos un país endeudado, le debíamos al Banco Mundial y otras entidades extranjeras por lo cual nos quedábamos sin dólares para cumplir con nuestros compromisos internacionales. Cuando eso pasaba, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el BCRP buscaban créditos externos para pagar la deuda. Entonces, se recurría al Banco Mundial o al Banco Interamericano de Finanzas. Ahí, exigían que el Perú firme una carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Entonces, venían comisiones de aquella entidad para conversar con el Banco Central de Reserva y con el MEF. Así, nuestro país firmaba la carta de intención en la cual se comprometía a cumplir una serie de requisitos a cambio de recibir un préstamo. Obviamente la negociación era muy asimétrica teníamos que pagar quinientos millones de dólares en un semestre teniendo en cuenta que no se tenía «ni un centavo» y que nadie quería prestarnos. De esta manera, las políticas macroeconómicas que se prometían en la carta de intención siempre eran procíclicas, ya que aquella nos obligaba a aplicar medidas que exacerbaban la crisis.
¿Cuándo cambio eso? ¿Cómo así se logró tener la estabilidad macroeconómica actual?
La estabilidad económica se alcanzó, cuando en los 90 el Perú empezó a bajar radicalmente la deuda pública, por tanto su nivel de endeudamiento era muy reducido. Por otro lado, en el 2001 se generó una de las reformas más importantes de las últimas décadas; el Perú empezó a emitir bonos en soles, es decir, empezó a prestarse en los mercados locales e internacionales. Como consecuencia, ya no teníamos mucha deuda. Asimismo, nos independizamos del FMI puesto que podíamos prestarnos dinero. Entonces recién en este siglo podíamos hacer política macroeconómica independiente. En momentos de crisis, podíamos hacer —al fin— política macroeconómica contracíclica, es decir, políticas económicas que contrarrestaban la crisis.
(*) Waldo Mendoza es Profesor Principal y Jefe del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú.