Económica

Incertidumbre por referéndums en Irak y España

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La celebración de los referendos en ambos países está ocasionando inestabilidad y preocupación en los habitantes y países vecinos por las posibles consecuencias del proceso independentista que se quiere lograr, a costa de la negativa de los gobiernos centrales de cada país involucrado.

Actualmente se vive en tensión y polarización en dos partes del mundo por una misma razón: el referéndum de independencia. Los protagonistas de estos referendos son la región autónoma del Kurdistán, en Irak y el de Cataluña, en España. Ambos casos son rechazados por los gobiernos centrales respectivos, países vecinos y organismos internacionales, como la ONU, por las posibles consecuencias que podrían ocurrir de cumplirse la independencia que reclaman.

En el caso de la región de Kurdistán, donde ya se celebró la consulta, la comisión electoral informó que de los 3,3 millones de votantes, entre kurdos y no kurdos, un 92% votó por el “Sí”. Seguidamente, el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, solicitó que se anulara y demandó que se abra un diálogo en el marco de la Constitución.

La negativa a este proceso se ha dado desde días previos por países vecinos, como Irán, Turquía y Siria porque de existir un resultado positivo -como el que ya se dio- las ansias de independencia Kurda presentes en cada uno de estos países serían estimuladas. Además, existe el temor por la exposición que tendrían estas regiones al peligro de los terroristas del Estado Islámico dada la existente inestabilidad en la región. Las medidas en contra tomadas hasta el momento han sido el cierre de fronteras con Irán y la amenaza de cerrar aeropuertos o el envío de tropas a las fronteras por parte del gobierno central iraquí. Sin embargo, Israel es el único país vecino que aboga y está a favor de la celebración del Referéndum y existen dos razones importantes: La estrecha y discreta relación entre judíos y kurdos en materia de negocios, defensa e inteligencia; y la necesidad de Israel, aislado ideológicamente y culturalmente en esta zona, de tener un fuerte aliado en Medio Oriente, en contrapeso de la gran influencia árabe.

Por otro lado, en Cataluña, donde aún se realizará la consulta el primero de Octubre, la polarización de la población es notable. Según el Tribunal Constitucional, la votación es ilegal y se argumenta, por parte del gobierno central, que los catalanes no tienen derecho a votar en la consulta ya que según la Carta Magna, “la soberanía nacional corresponde al conjunto de españoles”. Por lo tanto, una parte del territorio español con sus habitantes no puede decidir por su parte la independencia de su región ya que es necesario la decisión de todos los ciudadanos del país. No obstante, el apoyo de personas fuera de Cataluña existe, como por ejemplo del colectivo de Madrileños por el Derecho a Decidir, el partido político Podemos y sus diputados en el congreso español. La diferencia es que apoyan el derecho a la consulta, pero solo si se reúnen las garantías necesarias con el estado para que el proceso se lleve a cabo de manera impecable.

 Las tensiones en el país español son fuertes ya que la separación de Cataluña podría implicar la creación de fronteras, la salida de la Unión Europea y la pérdida de los beneficios, como protección de la ley internacional, acceso a préstamos en el Banco Mundial y el FMI, que ofrece las Naciones Unidas si es que no llegan a ser reconocidos como País.

El reconocimiento como países por parte de la ONU será el desafío principal para ambos intentos de independencia, al igual que la inestabilidad que provocará la separación de cada uno en sus respectivos países.

Fuentes:

BBC (1) , (2), (3) y (4)

ABC (5)

Expansión (6)

El País (7)

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