El último jueves, el Instituto Nacional de Estadística e Informática publicó el informe técnico sobre los indicadores de empleo nacional. Entre ellos, se describe el comportamiento de la población ocupada, según su edad, sexo y nivel educativo. En general, sus resultados son positivos, con un crecimiento de la PEA y de la PET nacional. Sin embargo, una introspección en los indicadores revela escenarios que reflejan los últimos acontecimientos en relación a la política nacional.
El pasado jueves 15 de agosto, el Instituto Nacional de Estadística e Informática publicó el informe técnico Comportamiento de los Indicadores de Mercado Laboral a Nivel Nacional correspondiente al trimestre abril-mayo-junio del 2019. Entre sus principales resultados se encuentra el incremento de la población en edad de trabajar (PET) y de la población económicamente activa (PEA) en relación al mismo trimestre del año pasado, en un 1.5 % y 0.4% respectivamente. En números absolutos, la PET actual registrada en el trimestre móvil señalado es de 24.4 millones aproximadamente, mientras que la PEA es de 17.4 millones de personas, lo cual representa el 71.3% de la PET. Si bien estos resultados plasman un escenario de mejora, en él se debe considerar que las estadísticas de la población rural han mostrado un comportamiento negativo en relación al año pasado. Comparándonos con el 2018, el PET y la PEA rural ha disminuido en un 0.3% y 1.1% respectivamente.
Por otra parte, las estadísticas señalan que la PEA ocupada femenina se incrementó en 1.1%, mientras que la masculina, 1.2% en relación al año pasado. Aun así, el 55.4% de la PEA ocupada a nivel nacional lo conforman los hombres, lo cual refleja una disparidad en cuanto a la participación del mercado laboral, dado que las mujeres solo conforman el 44.6% de la PEA ocupada actual. En cuanto al ingreso promedio mensual, ambas poblaciones registraron un incremento, aunque el cambio porcentual referente a la población femenina haya sido 5 veces la de la población masculina. Incluso con esa diferencia, el ingreso de las mujeres representa el 70,5% del ingreso de los hombres, dado que este último es 540.5 soles mayor que el de las mujeres. Adicionalmente, las mismas disparidades en perjuicio de la mujer pueden ser encontradas cuando se tocan las estadísticas de desempleo e informalidad.
A nivel de ramas de actividad económicas, el sector de Servicios fue el que mayor dinamismo presentó, puesto que su población ocupada se incrementó en un 4.4% comparado con el 2018. Este sector representa el 43.4% del total de dicha población, luego del cual sigue el sector de Agricultura/Pesca/Minería con una participación del 24.1%. Sin embargo, este último sector registró una disminución de su población empleada (1.4%) en relación al año anterior. Asimismo, los sectores de Comercio y el de Manufactura también obtuvieron resultados desalentadores, dado que ambos tuvieron un cambio porcentual negativo de 0.7% y 2.8% respectivamente.
Ahora bien, a raíz de estas estadísticas, uno puede preguntarse cómo el contexto económico-político actual puede afectar el mercado laboral peruano. Por un lado, ante la idea de que la economía está pasando por un proceso de enfriamiento y que seguirá estando en esa situación por la incertidumbre creada por el lado político, el empleo formal sufriría contracciones en su crecimiento o incluso no habría crecimiento en absoluto. Tal como señaló el economista y exviceministro de Trabajo, Jorge Gonzáles Izquierdo, “cuando la economía crece poco, entonces el empleo formal —que es el adecuadamente pagado— crece menos o no crece. Y eso ya está pasando. El empleo formal a nivel nacional urbano creció 0,2% o 0,3% en mayo y junio. O sea, prácticamente cero”.
Sin embargo, para el actual ministro de Economía, Carlos Oliva, estas preocupaciones no tendrían mucho asidero para un futuro próximo. En relación a los indicadores de la actividad económica nacional, indica que “la cifra del mes de junio ya supera ampliamente esa desaceleración que tuvimos en los meses de abril y de mayo”. Además, las reformas dadas en los planes nacionales de competitividad e infraestructura marcarán un nuevo ritmo de crecimiento, el cual afectaría positivamente el mercado laboral. “Estamos retomando el crecimiento y no solo va a impactar en el corto plazo, sino sembrar el fruto para que en mediano y largo plazo tengamos altas tasas de crecimiento económico”, señaló.
Fuentes:
Informe Técnico (1)