El pasado viernes 20 de noviembre tuvimos el agrado de presentar el webinar titulado “Políticas Sociales en el Perú ya la COVID-19: Una mirada a la pobreza y sus implicancias en el contexto actual”. En este evento estuvieron presentes Angelo Cozzubo, Norma Correa y Daniel Pajita, quienes presentaron sus investigaciones en cuanto a la pobreza en el Perú.
Autora: Fátima Nunton
Empezando la noche de ponencias, Angelo Cozzubo nos presentó su investigación dando a conocer que la reducción de pobreza ha sido muy fuerte en estos años, pero no ha sido homogénea, sino solamente diferenciada. Esto se reflejó en la pandemia, ya que aún no había un protocolo de intervención post-desastre. Además, la pobreza en niveles es distinta a la otorgada en tasas, es decir, que las estadísticas esconden un trasfondo de la cantidad de personas que realmente viven en pobreza.
Existen pobres urbanos a quienes las políticas sociales no están dirigidas. Esto es relevante, porque la pandemia ha atacado en zonas urbanas más que las rurales. Actualmente, se trabaja en un plan que reconozca a hogares que pueden sumergirse en la pobreza con un choque adverso, lo cual los presenta como hogares vulnerables. Ya no solo es pobreza rural, sino que debe mirarse la pobreza tanto en zonas rurales como urbanas. Hay nuevas propuestas para que se pueda enfrentar este tipo de emergencias en los cuales se está trabajando.
En segundo lugar, Daniel Pajita presentó su investigación de los efectos de la Covid-19 en el mercado laboral. El choque de la pandemia ha sido devastador sobre el mercado laboral. Por un lado, el contexto en el cual se encontraba el mercado laboral en el Perú antes de la pandemia. También, las diferencias por género son importantes, ya que muestra diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a salarios, empleos a corto y largo plazo, y condiciones en el trabajo. Además, la situación de la informalidad del empleo que se define como los trabajadores asalariados que trabajan en empresas sin RUC y que no tiene protección social.
Por otro lado, los impactos de la pandemia en el Perú se traducen al inicio de la cuarentena dado el cierre de las actividades económicas, lo cual se reflejó en que los hogares no percibieran ingresos para su sustento. Estadísticas muestran que el 41% de las mujeres se quedó sin posibilidad de trabajar respecto a un 38% de hombres. En cuanto al empleo rural, una gran cantidad de personas han regresado a zonas rurales y trabajan en sectores agrícolas, que contiene altas tasas de informalidad.
En tercer lugar, Norma Correa presentó su investigación de protección social y lucha contra la pobreza. La pandemia revela la fragilidad en cuanto a la reducción de la pobreza. Por un lado, el Perú ha enfrentado transformaciones como una mayor conectividad, mayor presencia del Estado, ampliación de provisiones de servicios universales, aunque persisten brechas de cobertura y accesibilidad. Cerca de 9 millones de peruanos superaron la línea de pobreza monetaria, esto ocurrió a mediados del 2016. Sin embargo, la pandemia revela la cantidad de personas que eran altamente vulnerables y se convirtieron en pobres estadísticos.
La actual pandemia está generando el resurgimiento de temas que ya no se tomaban en cuenta porque hubo un avance significativo de ellos. El Perú enfrenta un doble desafío, tenemos que trabajar en generar soluciones en las personas que aún no superan la pobreza y generar soluciones que han recaído en la pobreza en un contexto en el que los programas son focalizados que no toma en cuenta a estos grupos vulnerables.
En síntesis, nuestros invitados reflexionaron sobre los efectos que tuvo la pandemia en la pobreza en nuestro país, tanto rural como urbano. Entre ellos, las deficiencias que aún sufre el país en cuanto a la reducción de la pobreza. Sin embargo, cabe resaltar que aún se está trabajando para mejorar los instrumentos para su correcta medición y nuevas medidas para identificarlos.