Evergrande, el segundo mayor promotor inmobiliario de China, presenta una deuda que asciende a los $300 mil millones. La crisis del gigante ha generado la preocupación de sus acreedores, empleados y compradores de viviendas ante la posibilidad de su colapso. Algunos analistas piensan que, si el problema no es controlado, podría contagiarse al mercado inmobiliario chino y, en el peor de los casos, al sistema financiero mundial.
Evergrande Real Estate Group, originalmente concebida como Hengda Group, fue fundada en 1996 en la ciudad de Shenzhen por el empresario Hui Ka Yan. La compañía posee alrededor de 1300 proyectos de construcción en más de 280 ciudades. Aunque su principal rubro es la venta de propiedades inmobiliarias, también ha invertido en la producción de vehículos eléctricos y agua embotellada e incluso es dueña de un equipo de futbol, Guangzhou FC.
El éxito de la compañía ha sido tan grande que su fundador se convirtió en el hombre más rico de Asia durante el boom inmobiliario de China, amasando una fortuna de $43 mil millones. Sin embargo, según el índice de multimillonarios de Bloomberg, actualmente su riqueza ha disminuido a alrededor de los $7 mil millones.
La deuda insostenible
El aparente éxito de la inmobiliaria en el pasado y la situación en la que se encuentra ahora ponen en el centro de atención las razones detrás de la caída del gigante. En principio, la expansión agresiva de la compañía es el factor principal detrás del nivel de endeudamiento que ahora presenta. No obstante, a pesar de que las deudas eran muy elevadas, no existían motivos para creer que estas se convertirían en un problema para las operaciones de la empresa.
Las complicaciones surgieron cuando el presidente de China, Xi Jinping, anunció medidas para controlar el endeudamiento de empresas inmobiliarias. Este acontecimiento forzó a Evergrande a encontrar la manera de conseguir liquidez para pagar sus deudas y asegurarse de que el negocio siga funcionando. Entre los intentos, se encontraba un plan que le permitiría reducir su deuda en un 50% para el año 2023 mediante la venta de propiedades a grandes descuentos y la venta de sus participaciones dentro de su negocio de vehículos eléctricos. No obstante, estos esfuerzos no han sido fructíferos y, por el momento, la compañía no tiene la capacidad para pagar los intereses de sus pasivos.
La incertidumbre provocada por la imposibilidad que tiene la empresa para cumplir con sus obligaciones ha tenido un impacto negativo en su posición dentro del sistema financiero: el precio de las acciones de Evergrande ha caído en aproximadamente un 80% este año. Por otro lado, agencias crediticias ya comenzaron a reducir la calificación de sus bonos ante el riesgo de incumplimiento.
Malestar social
Los problemas económicos de Evergrande también han tenido repercusiones en el ámbito social. Dado que la empresa cesó sus operaciones de construcción, muchos compradores de sus propiedades están preocupados porque existe la posibilidad de que sus viviendas no se completen. Esto ha provocado que sus ventas disminuyan en 26% en el mes de agosto y se proyecta un descenso mayor para fines de septiembre.
Por otro lado, el retraso en el pago de sus productos de gestión patrimonial también ha puesto a los inversionistas de la empresa en alerta. El desasosiego se ha extendido incluso al plano internacional, pues la empresa dejó de pagar los intereses de sus bonos en el extranjero. Estas inquietudes se plasmaron mediante quejas en las redes sociales chinas durante el transcurso del mes.
El malestar se acrecentó con el anuncio de que la inmobiliaria suspendería los pagos de algunos de sus productos de gestión patrimonial, lo que provocó protestas alrededor de la sede central de la empresa, en la ciudad de Shenzhen durante los días 13 y 14 de este mes. Entre los manifestantes, estaban los compradores de viviendas, así como inversionistas y proveedores. En un esfuerzo por mantener el orden, se desplegó a la policía para bloquear el acceso a las oficinas centrales. Sin embargo, se ha informado que se organizaron protestas en otras oficinas del gigante en diferentes ciudades de China.
¿Crisis financiera en preparación?
La situación de incertidumbre generada por el gigante chino ha despertado temores en el sistema financiero mundial. Los más pesimistas piensan que esta situación devendrá en un efecto contagio que se extenderá a todo el sector inmobiliario de China, que representa un 25% de su economía. Incluso se piensa que, en el peor de todos los escenarios, si Evergrande se declara en bancarrota ocurrirá un acontecimiento similar al que desencadenó la crisis financiera mundial en el año 2008, la cual se originó por una crisis inmobiliaria que terminó provocando una recesión de la economía mundial.
Sin embargo, es poco probable que esto ocurra, pues la deuda de la empresa china con entidades financieras es relativamente baja. Por otra parte, en Wall Street se piensa que el gobierno chino tomará las medidas necesarias para evitar que los compradores de viviendas y los inversionistas de la empresa se vean perjudicados en exceso con la caída de la inmobiliaria. Aunque por lo pronto no existe un pronunciamiento alguno por parte del gobierno sobre el caso Evergrande, sí ha tomado medidas para garantizar la liquidez de los mercados, ya que el Banco Popular Chino ha inyectado 71 mil millones de dólares en el sistema bancario.
También te puede interesar: La transformación digital sigue siendo relevante en el crecimiento de las industrias peruanas
Síguenos en Instagram y Facebook
Fuentes:
Financial Times (5)
Gestión (6)
El País (7)