Alrededor del mundo se han estado tomando medidas para prevenir la propagación del COVID-19. Entre estas acciones se encuentran el aislamiento social, cierre de fronteras y el pare de todo tipo de actividades que no estén relacionadas a las áreas de alimentos y salud. Todo esto nos abre una gran interrogante: qué tan grande será el efecto sobre la economía global y sobre la economía de nuestro país.
Actualmente, muchos países han estado cerrando sus fronteras y aislándose para actuar de manera efectiva en contra del coronavirus. El ambiente en las ciudades tiene un clima vacío, pues países como Francia, Italia, España, China y la mayoría de países latinoamericanos han tomado en cuenta estas restricciones. Aun así, hay algunos estudios que mencionan que probablemente se van a necesitar más de un solo cierre para combatir eficientemente el virus. Entonces, si esto ocurre, la actividad económica mundial y en nuestro país sufriría un daño bastante severo.
Todo esto empezó hace más de doce semanas en la ciudad de Wuhan, ubicada en China, y los efectos que ha tenido en el país son más grandes de lo que se había esperado. Datos de enero y febrero muestran una caída en la producción industrial en un 13.5%, mucho más del 3% que se había pronosticado. También, muestra una caída en las ventas de por menor en un 20.5% comparado con el 4% que se había pensado. Por último, las inversiones en activos fijos cayeron en un 24%.
Según Waldo Mendoza, profesor de Economía de la PUCP, el miedo y la incertidumbre harán caer el consumo y la inversión mundial. Los bancos centrales están bajando sus tasas de interés y los ministerios de economía están subiendo gastos. Aun así, la caída de la demanda mundial será dura. Entonces, puede ser que el mundo se este enfrentando a una recesión mucho peor que la ocurrida entre los años 2008-2009.
El objetivo de aquellos países que están llevando a cabo el aislamiento es poder achatar la curva del número de casos, así, tener menos casos por días y evitar el colapso en los establecimientos de salud. Como ejemplo de que este método está funcionando es la ciudad de Wuhan que el día 18 de marzo presentó 0 nuevos casos de coronavirus. Aun así, este método puede que sea económicamente insostenible, pues hasta qué punto los gobiernos de otros países están dispuestos a sostener con la gran cantidad de gastos que provoca parar las actividades económicas y solventar el sistema de salud. Y, sobre todo, también, el impacto psicológico que se puede provocar si es que se requiera más de un solo cierre. Por ejemplo, los países de Latinoamérica que a comparación de China o Corea del Sur no poseen la misma capacidad de gasto y recursos para enfrentar este desafío de la manera más eficiente.
Hasta el momento, en la región latinoamericana, se puede ver como el coronavirus esta afectando gravemente la estabilidad económica de los países. Según Jorge Mariscal, profesor de la Universidad de Columbia, y Nora Lustig, investigadora de Brookings Institution, se pueden reconocer 4 principales bajas: el rompimiento de cadenas globales de suministro en el sector manufacturero; caída en la demanda de productos que exporta; la bajada de precios del petróleo, cobre, granos, entre otros y la aversión al riesgo en los mercados capitales. Este último provocando una movilización de capitales de los mercados emergentes hacia destinos más seguros como el dólar, el oro y los bonos de tesoro de EEUU, provocando una elevación del tipo de cambio. Vale mencionar, que el coronavirus y el aislamiento, medida adoptada por los países de la región, afecta de manera directa a aquella población perteneciente a los sectores vulnerables de la sociedad latinoamericana. Por ejemplo, personas pertenecientes al sector pobreza o pobreza extrema y también aquellos que trabajan en pequeñas/medianas empresas o en empleos informales.
El Perú se ha visto envuelto en una recesión que involucra todos los factores mencionados anteriormente, debido al pronunciamiento del primer caso de coronavirus en el país y el estado de emergencia pronunciado el pasado domingo 15 de marzo. Ya se están tomando medidas impuestas por el Ministerio de Economía y Finanzas para aligerar lo más que se pueda el enfrentamiento contra el COVID-19, lo que se espera es que la población trate de respetar las medidas impuestas, pues los efectos serían aún peores sin el estado de emergencia.
Fuentes:
El País (1)
Gestión (2)
Livescience (3)
The Economist (4)