Los resultados del desempeño económico de Corea del sur pueden demostrarse con esta simple pregunta: ¿Quién no posee un electrodoméstico de procedencia coreana en su hogar? Numerosos estudios se han dedicado a analizar las causas de este rápido crecimiento económico. Estas se han aludido a factores culturales, geográficos y demás. ¿Es posible que el sistema autoritario que vivió Corea del sur durante su despegue sea la principal causa de esto?
Al terminar la guerra de Corea (1949-1953), tanto la población como la capacidad productiva surcoreana sufrieron severos daños (un saldo 140 000 muertos y la destrucción de carreteras, viviendas y fábricas). Sin embargo, este país ha alcanzado el tan anhelado desarrollo económico en un periodo corto de tiempo. Las circunstancias en las que se desarrolla este crecimiento es lo que nos llama la atención. El despegue económico de Corea del sur se inicia en la década de 1960, durante el régimen militar autoritario de Park Chunng-hee. Y estos buenos resultados se prolongan durante el siguiente régimen militar de Chun Doo-hwan. En estas circunstancias, surge la duda de si puede existir una relación positiva entre los regímenes autoritarios y el buen desempeño económico.
Fuente: caracasdigital.com
Democracia y economía
Douglas North postuló en su obra “Instituciones, teoría y desempeño económico” (1998) la importancia de las instituciones y cómo estas influían en los costos de transacción en una economía. Mientras mayores sean los costos de transacción más ineficiente es el marco institucional, lo cual influye negativamente en el desempeño económico. Para este autor un sistema democrático[1] moderno con sufragio universal era el modelo ideal donde estos costos se acercaban a cero y permitían un buen funcionamiento de la economía. Del mismo modo, Barro (1997) sostenía que la ampliación de los derechos políticos causaría un efecto positivo en los derechos económicos; lo cual aceleraría el crecimiento. Sin embargo, ¿En realidad, es necesario el sistema democrático para un buen desempeño económico? En el caso de Corea del sur no se cumplió lo predicado por North, Barro y muchos autores más.
Los primeros 30 años de la vida republicana de Corea estuvieron marcados por el autoritarismo, a pesar de que se había instaurado un Régimen democrático (1948), por lo tanto, el ejercicio del poder se realizaba al margen de la voluntad de su pueblo. En este país, los presidentes recortaron muchos de los derechos de trabajadores, prensa y el resto de la sociedad con el objetivo de mantener la seguridad nacional (López 2002, 51). Por estas razones, resulta curioso que el despegue económico de Corea del Sur se haya iniciado durante la época de la dictadura militar. A continuación, haremos una pequeña reseña de los regímenes militares de Park y Chun resaltando sus efectos en la economía.
Vida política y económica de Corea del Sur (1961-1987)
El general Park Chunng-hee asciende al poder mediante un golpe de Estado en 1961. A partir de este momento, Corea experimenta un largo periodo de gobierno militar. En 1961, su PNB per cápita era de 82 dólares y al terminar este gobierno en 1979, esta cifra ascendió a 1640 dólares. Además, durante este gobierno, Corea experimentó un crecimiento sostenido con picos de 12.7% en 1965 y 13.8% en 1969.
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El gobierno de Park se caracteriza por el desarrollo de un modelo de industrialización por promoción de las exportaciones. En su primera etapa, se basó en el desarrollo de la industria ligera y sus exportaciones, donde el Estado ocupó un papel fundamental en el cumplimiento de las metas de desarrollo. Gracias a la combinación de incentivos económicos y sociales adecuados se logró el objetivo. En el campo económico, las principales herramientas fueron el mantener un tipo de cambio competitivo y diversos apoyos a las empresas como subsidios y créditos bancarios. En el campo social, los exportadores gozaban de mucho prestigio y eran considerados héroes nacionales.
La segunda etapa se concentró en el desarrollo de las industrias química y pesada. Se siguió con el modelo anterior de incentivos pero con una mayor participación del gobierno. En esta etapa, se creó el Fondo Nacional de Inversión (FNI) que se encargó de otorgar préstamos a largo plazo para permitir la inversión de las empresas dispuestas a arriesgar en este rubro. El masivo apoyo crediticio permitió el crecimiento de estas industrias, lo que se ve reflejado en el aumento de la participación de la industria pesada y química en las exportaciones (de 12 % en 1970 a 38.3% del total de exportaciones en 1980).
Todo este progreso habría sido imposible sin el papel fundamental de la educación durante este gobierno. El Estado invirtió mucho en la formación tecnológica y científica, muestra de ello es que ya en los años 70´s Corea tenía cuatro veces más ingenieros que Brasil o Singapur (Garcia-Blanch 2002, 66). Además, se mandaron muchos estudiantes al extranjero que al volver a Corea pudieron poner en práctica todo lo aprendido afuera. Este aumento en la calidad educativa se dio de la mano de una expansión del acceso a la educación más igualitario y basado en la meritocracia. Por lo tanto, la acumulación de capital humano es sin duda uno de los factores claves en el desarrollo económico coreano, pues la base del crecimiento industrial se basó en la mano de obra coreana barata y calificada.
El gobierno de Park termina con su asesinato en octubre de 1979. En diciembre de ese mismo año Chun Doo-hwan accede al poder de la misma forma de su antecesor, mediante un golpe de Estado. De esta forma, se apagan las esperanzas de democracia y se vuelve a instaurar el régimen militar. Este nuevo periodo no cambia el modelo de desarrollo de la industria química y pesada pero comprende la necesidad de la liberalización económica debido a la alta concentración económica y la inadecuada evolución del sistema financiero provocado por la intervención gubernamental. Con este objetivo, se privatizaron varios bancos (como el Banco Comercial de Corea), se eliminan las restricciones a las tasas de interés y se disminuyeron las restricciones a las importaciones y el apoyo a ciertos sectores económicos. Así, las empresas coreanas (el mercado interno) se fueron exponiendo poco a poco a la competencia internacional. El gobierno de Chun termina en 1987. En este año las exportaciones superaban los 47 000 millones de dólares y la economía crecía a un ritmo de 12.8%.
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Un punto clave de este éxito en materia económica es la capacidad del gobierno para mantener una relativa estabilidad política. Sin embargo, los trabajadores fueron los más afectados de este régimen pues, a pesar de tener una legislación que garantizaba sus derechos laborales, el gobierno no se esforzaba en hacerla respetar. Por otro lado, las posibilidades de protestas se veían restringidas por la Ley especial para la Seguridad Nacional de 1971 que prohibía los acuerdos y medios para la acción colectiva. Esto resultó en pobres condiciones laborales. No obstante, los posibles reclamos de los otros sectores de la población se vieron acallados por los buenos resultados económicos como el incremento de los salarios y las mejores oportunidades de trabajo.
Conclusiones
Como expresa López (2002), “el éxito económico de Corea no se debió a la aleación armónica entre el crecimiento y la libertad, o bien, entre el capitalismo y la democracia”. En realidad, las aspiraciones democráticas eran anuladas y reprimidas de manera brutal en ambos gobiernos. El mérito del régimen militar residió en su capacidad de reunir todas las fuerzas políticas y económicas en favor del cumplimiento de las metas de desarrollo. En lo político, se purgó el sistema de posibles opositores y se reformó la constitución a favor de una concentración de poderes en la figura presidencial. En lo económico, el Estado supo actuar como socio de las empresas reduciendo el riesgo de ingresar a los sectores industriales y el apoyo crediticio a estas permitió un control del desempeño y una especie de “lealtad” de los importantes conglomerados industriales o Chaebol al régimen militar. Asi, la legitimización y sostenibilidad de este sistema se basaba enteramente en su capacidad de obtener buenos resultados económicos.
A pesar de estos resultados, no podemos afirmar que si exista una relación positiva entre autoritarismo y desarrollo económico. América Latina también atravesó una época de gobiernos militares pero ninguno de estos países logró los mismos buenos resultados de Corea. Ante esto vale la pena preguntarnos si en verdad el régimen político influye en el desempeño económico de un país. El caso Coreano apunta a una mayor importancia a la capacidad de este régimen de lograr un clima de estabilidad e incentivos para las empresas.
Fuentes:
ROMERO, Alfredo. El sistema político de Corea del sur: Historia, desarrollo económico y democratización.<http://www.uba.ar/ceca/download/sistema-politico-de-corea-del-sur.pdf>
LÓPEZ, Juan. 2002. “Transición política en Corea del sur: el camino hacia la democracia” en RÁMIREZ, Juan. Crisis y transiciones en Asia del Este. Mexico: UNAM
GARCÍA-BLANCH, Francisco. 2002 “Crecimiento económico en Corea del sur (1961-2000) Aspectos internos y factores i internacionales” Madrid: Síntesis
MASAHIKO, Aoki. 2000. “El papel del gobierno en el desarrollo económico del Asia Oriental: análisis institucional comparado” México: FCE
[1] Consideraremos como un sistema democrático a aquel que garantiza la soberanía del voto popular en la transferencia de poder político.