El Banco Mundial recortó las proyecciones de crecimiento de la economía peruana para este año de manera sustancial debido a los efectos negativos del Estado de Emergencia, que ha tenido que acatar el país para frenar los contagios del COVID-19. La contracción de la economía peruana sería la segunda más profunda en América Latina y el Caribe. Asimismo, considera que la informalidad generalizada limitará el alcance de los esfuerzos de asistencia social destinados a mitigar el impacto económico de la pandemia. A pesar de ello, estima que la economía peruana mostrará un repunte en el 2021 con un crecimiento de 7%.
El Banco Mundial en su última edición de Perspectivas económicas mundiales, rebajó sus estimados de crecimiento de Perú de -4,7% en abril a -12%, lo que pone al país con el peor retroceso económico frente a otros países de Sudamérica. Del mismo modo, retrocederán también los demás países de la región, como Brasil (-8%), México (-7.5%), Ecuador (-7.4%), Argentina (-7.3%), Bolivia (-5.9%), Colombia (-4.9%), y Chile (-4.3%). Cabe precisar que la contracción de la economía peruana sería la segunda más profunda en América Latina y el Caribe, solo por debajo de Belize, que caería un 13.5% este año. %. No obstante, el organismo señala que las medidas para contener la propagación del Covid-19 han sido «particularmente estrictas en Perú» y han tenido un impacto «profundamente negativo» sobre la economía, a pesar de los planes para un estímulo fiscal significativo. A pesar de ello, estima que la economía peruana mostrara un repunte en el 2021 con un crecimiento de 7%.
Fuente: Banco Mundial
El organismo internacional, explica que el recorte en las proyecciones se explica ante la débil demanda de exportaciones en el contexto de una recesión global que ha generado una caída del precio del cobre, principal producto de las exportaciones peruanas. Asimismo, señala que la abrupta desaceleración en Estados Unidos y China interrumpió las cadenas de suministro para México y Brasil causando una fuerte caída en las exportaciones de economías productoras de materias primas como Chile y Perú. También, indica que la caída en el turismo, de la que dependen en gran medida los países del Caribe y México, ha tenido impactos negativos en los países de la región.
Fuente: Banco Mundial
De otro lado, destaca la respuesta de la política monetaria en los países de la región, que ha incluido la provisión de liquidez, la relajación de los requisitos de reserva para los bancos, la reducción de las tasas de interés, el establecimiento de líneas de intercambio en dólares estadounidenses, la intervención en el mercado de divisas y los programas de compra de activos. No obstante, considera que la informalidad generalizada limitará el alcance de los esfuerzos de asistencia social destinados a morigerar el impacto económico de la pandemia. Los recientes avances de la región en cuanto al alivio de la pobreza y de la desigualdad podrían estar en riesgo. Los efectos negativos sobre el ingreso podrían reactivar la ola de malestar social del año pasado. El mayor nivel de endeudamiento de los Gobiernos en 2020 aumentará la vulnerabilidad a la presión del sector financiero y podría causar problemas en el servicio de la deuda debido al alza de las tasas de interés durante una recuperación, al tiempo que la escasez de flujo de efectivo podría someter a los balances de las empresas a una presión considerable. Es posible que se tarde en recuperar la demanda de los clientes de servicios de turismo, personales y de entretenimiento incluso después de que la pandemia haya desaparecido.
Finalmente, prevé que, debido a las diversas perturbaciones internas y externas derivadas de la pandemia, en 2020 la actividad económica regional sufrirá una contracción de un 7,2 %, lo que constituirá una recesión mucho más profunda que las causadas por la crisis financiera mundial de 2008-09 y la crisis de la deuda latinoamericana de la década de 1980. Se prevé que la actividad económica caerá a su punto más bajo durante el segundo trimestre del año, cuando las medidas de mitigación se encuentren en sus niveles más altos. En este contexto, la normalización de las condiciones internas y mundiales permitirían que el crecimiento regional se recupere al 2,8 % en 2021. Por otro lado, los riesgos que enfrentan las perspectivas para la región son claramente desfavorables. Un agravamiento del brote generaría presión sobre los sistemas de salud y sería devastador para los países cuya capacidad de atención médica es limitada. Los brotes del virus en las grandes economías de la región podrían tener un efecto derrame, y una segunda ola de la pandemia en las economías avanzadas tendría repercusiones negativas en la región.
Fuente: Banco Mundial
Fuentes:
Banco Mundial (1)
El comercio (1)
Gestión (1)
La República (1)