Brasil: ¿Continuar con el camino o buscar otro diferente?

A lo largo de estos días se han llevado a cabo debates entre los postulantes a la presidencia de Brasil colocándose un especial énfasis en temas sobre la política económica debido a la actual situación de desaceleración que enfrenta la economía brasileña.

El primer domingo de octubre del presente año se celebrarán las elecciones generales para la presidencia en Brasil. A lo largo de todos estos días se han llevado acabo numerosos debates en los que se colocó énfasis en temas sobre política contra la inseguridad social, soluciones para el medio ambiente y política económicavante la actual situación de desaceleración; es por ello que en la presente nota se realizará un análisis breve de las principales ideas económicas de los tres primeros postulantes con mayor intención de voto.

Las últimas encuestas realizadas por la empresa Datafolha[1] han mostrado un patrón importante, se puede observar que Dilma Rousseff (actual presidenta de Brasil) encabeza la intención de voto en su país considerando que una gran parte de sus electores son considerados “excluidos” refiriéndose la población más pobre dentro del país; luego, su más cercana perseguidora es Marina Silva, ex ministra de ambiente entre los años 2003 y 2008, además tomó el cargo de principal postulante a la presidencia por parte del Partido Socialista, tras el fallecimiento de Eduardo Campos. Y finalmente, un poco más relegado, es Aécio Neves, economista candidato por parte del partido socialdemócrata que fue gobernador de Minas Gerais.

La actual situación de la mayor economía dentro de América Latina, ha llevado a los candidatos a tomar fuertes posturas sobre las políticas económicas que se podrían aplicar para salir de este camino donde primó el estancamiento de la economía y el alza de la inflación. Además, se recuerda que tras la realización del Mundial de fútbol 2014, los brasileños salieron a las calles protestando en contra de la mala calidad de los servicios públicos que ofrecía el Estado, lo cual hizo que el actual gobierno genere un leve descontento en la población.

Postulantes a la presidencia de Brasil (Aécio Neves, Marina Silva y Dilma Rousseff)

Fuente: despertadorlavalle.com.ar

Rousseff indicó que continuaría por el camino de su actual gobierno, en donde consideró como un pilar importante la importancia del financiamiento público en la actividad económica, además indicó que se lucharía “intensamente” en contra del fuerte aumento de la tasa de interés (que llegó al nivel de 11%) y también frente al alto endeudamiento de las familias. Asimismo, resaltó el aporte del gobierno en el desarrollo de la educación e indicó que justo este paso llevaría al país a un nuevo ciclo de crecimiento económico.

La ambientalista, Marina Silva, tiene una plataforma de campaña que incluye medidas económicas ortodoxas, como la reducción de la deuda nacional y el control de los precios; en esta línea considerará implantar un régimen más fuerte de ecologismo, con grandes iniciativas de fomentar la energía eólica y desarrollar un trabajo en equipo más grande en el tema de los costos medioambientales ante grandes proyectos de explotación de materias primas. También busca lograr hacer hincapié en una mayor disciplina fiscal, una reforma tributaria total y una mayor concentración en las políticas para hacer respetar la tasa de inflación meta.

Mientras tanto, el candidato socialdemócrata Aécio Neves, buscaría continuar con el programa de transferencia a las familias “Bolsa Familiar” que beneficia a gran parte de la población brasileña. Atacó fuertemente al gobierno de Rousseff en cuanto al tema de la credibilidad, debido a los problemas de corrupción por el tema de la petrolera estatal Petrobras. Además, busca volver a retomar la confianza de los inversionistas privados, que ante los últimos gobiernos de Lula da Silva y de Rousseff, se consideró perdida. También, cree en la autonomía del Banco Central, siendo esta una propuesta que coincide con Marina Silva.

Continuar con el mismo camino o buscar otro diferente está en las manos de los electores brasileños quienes tomarán parte de una de las decisiones más importantes para la situación actual de Brasil y de toda la región latinoamericana. Se espera que, sea quien fuera elegido, logré sus cometidos, contribuya con el crecimiento económico de Brasil y, sobre todas las cosas, mejore la calidad de vida de la población gracias a certeras políticas que consideren un mayor peso a mejoras en la educación, en la salud y avances tecnológicos.