Los países afiliados no solo compiten por conseguir la copa del campeón del mundo, sino también compiten por ser la sede del mundial. Pero ¿qué tan beneficioso es en realidad organizar el Mundial?
A mitad de año se realizará la vigésima edición de la Copa Mundial de fútbol en Brasil. No obstante, las masivas protestas llevadas a cabo en varias ciudades brasileñas han demostrado que no todos están conformes con ser los anfitriones del mundial. Los manifestantes reclaman que organizarlo es un despilfarro de dinero y exigen que se priorice el gasto en salud, educación y transporte público. Del lado contrario, las autoridades han estimado que el evento deportivo generará $ 11,000 millones a través del turismo, el cual, sumado a los legados en infraestructura, compensará la inversión de $ 13,630 millones. En este contexto, la experiencia de Sudáfrica resulta útil para entender lo que le espera a Brasil.
En el mundial de Sudáfrica 2010, el gobierno invirtió $3,000 millones en la organización del evento, de los cuales $1,100 millones se destinaron a la remodelación y construcción de estadios, y otros $1,300 millones a la mejora en la infraestructura de transporte. Se pronosticó que hospedar el mundial de fútbol iba a ser beneficioso para su economía porque atraería a 450,000 turistas y los ciudadanos se beneficiarían con la nueva infraestructura que el gobierno iba a edificar. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados. El número de turistas fue de solo 309,000 y Sudáfrica apenas recuperó unos $ 540 millones de todo lo invertido. Respecto a la infraestructura, lo provechoso fue que el nuevo sistema de buses resultó más rápido, barato y seguro pero los estadios de fútbol son ahora “elefantes blancos”. Por ejemplo, el Cape Town Stadium es utilizado por un irregular equipo de fútbol local, el cual no atrae suficientes aficionados para solventar los gastos de mantenimiento que ascienden a más de $ 3 millones al año.
Conociendo la situación de Sudáfrica, los ciudadanos brasileños tienen motivos para preocuparse por los millonarios gastos que el gobierno está realizando. El presupuesto inicial para la construcción de estadios era de $ 1000 millones, el cual iba a ser financiado en su totalidad por fondos privados. Sin embargo, al no conseguir atraer a suficientes empresas privadas, es el gobierno quien asume la mayor parte del nuevo presupuesto que asciende a $ 3,500 millones. Además, Brasil ya tiene un “elefante blanco” llamado Arena da Amazonia, estadio para el cual solo equipos de tercera y cuarta división han mostrado interés en emplear después del mundial. El nivel de desconfianza en su utilidad es tan alto que, incluso, se pidió transformarlo en una prisión al finalizar el torneo de fútbol. Solo después de que termine la fiesta del futbol de Brasil 2014 se podrán conocer los beneficiosos o perjuicios que deja al país.
Fuentes:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/06/130620_brasil_protestas_crecen_por_que_cch.shtml
http://elcomercio.pe/deporte-total/futbol-mundial/mundial-brasil-2014-us11-mil-millones-ingresarian-solo-turismo-noticia-1658592
http://www.telegraph.co.uk/finance/newsbysector/retailandconsumer/leisure/8192484/South-Africa-recoups-just-a-tenth-of-the-3bn-cost-of-staging-World-Cup-2010.html
http://www.goal.com/en-za/news/4666/south-africa/2012/11/26/3557767/south-africa-spent-more-than-us3-billion-on-2010-world-cup
http://espnfc.com/blog/_/name/worldcupcentral/id/1524?cc=3888
http://bleacherreport.com/articles/1789476-brazil-may-turn-their-amazon-stadium-into-a-prison-after-2014-world-cup