Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), admitió que la recuperación continuaba “débil, frágil y desigual” y que, en los últimos meses, “el impulso de crecimiento se ha ralentizado”.
Los conflictos geopolíticos como los de Rusia, Ucrania, Libia, Irak y Gaza se han convertido en factores de riesgo para la economía europea. Draghi señaló que “pueden tener un impacto negativo sobre las condiciones de la economía, bien por los precios energéticos más altos o por las amenazas para los productos de la zona euro”. Asimismo, la desaceleración de las economías alemana e italiana han impedido el avance de la recuperación de la eurozona. Draghi comentó que la crisis italiana se debe principalmente a la ausencia de reformas en el mercado laboral y la alta inseguridad en el curso político de dicho país.
Por otro lado, se resaltó el efecto positivo que han tenido las medidas no convencionales tomadas por el BCE para impulsar la economía y promover el crédito. Además, el presidente del BCE confía en las TLTRO (operaciones de refinanciación a largo plazo) ayudarán a estimular el crédito y a aliviar las condiciones de financiación adicional.
El Consejo de Gobierno del BCE mantendrá la tasa de interés en un mínimo record de 0.15% como se esperaba. En adición, cabe resaltar que Europa aún no logra salir de la deflación, según indican los últimos datos del IPC de junio que arrojan un 0.4% frente a la inflación meta de 2%. Así también, las Bolsas cerraron con caídas: las palabras de Draghi no animaron a los inversores.
Fuente: El Páis, Gestión, Reuters