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Economía Colaborativa: Un creciente fenómeno sin regulación en el Perú

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Un creciente fenómeno económico y su regulación en el Perú

La economía colaborativa ha tomado más relevancia a nivel nacional, generando un nuevo paradigma sobre las relaciones sociales y económicas del ciudadano. Este concepto plantea formas alternas de obtener ingresos adicionales y flexibles, lo cual en el entorno de difícil situación económica del peruano se convierte en una alternativa viable. Todo ello, a través de los medios digitales, por lo que también inciden empresas que se encargan de cubrir el vínculo para facilitar la obtención de dinero.

¿Qué es Economía Colaborativa?

El concepto de la economía colaborativa puede abordarse desde el punto de vista económico, pero distintos autores plantean que su surgimiento y naturaleza está más vinculada al ámbito social. De esta forma, se plantea a la Economía Colaborativa como un conjunto de modos de producción y de consumo alternativos surgidos al modelo convencional.

La economía colaborativa plantea que frente a la cantidad y tipo de bienes que usa como propiedad un individuo en un tiempo. Este puede ser aprovechado por otros sujetos para generar utilidades. Es decir, la economía colaborativa consta de un mercado de uso de bienes o servicios que establecen dos agentes económicos (1).

Los productos no son únicamente obtenidos como tal sino que también usados; y puesto en alquiler para el aprovechamiento de los individuos que se encuentren en el acuerdo. Se forma entonces una relación distinta de los individuos en el mercado, por ello es considerada más un paradigma más social.

No obstante, algunos autores plantean que el propio concepto como tal de «economía colaborativa» está tergiversado ya que este encierra una contradicción importante. Esto se da porque el término «colaborativo» implica una interacción de un carácter no comercial entre individuos; mientras que «economía» sugiere un intercambio mercantil a través del interés por un bien o servicio (2). Esto constituye un reto en la definición de las normativas posibles a aplicar.

Los ejemplos de economía colaborativo son más distintos y comunes en el Perú de lo que se pueda pensar. Uno de ellos es el de compartimiento de viajes, visto a través de plataformas como Uber, DiDi o Cabify en la cual los conductores independientes ofrecen servicio de transporte a distintos usuarios, siendo posible compartir viajes para disminuir costes de transporte (3).

Otro ejemplo más común es el de el rubro de entrega y compras con plataformas como Rappi o Glovo, en el cual se ofrecen servicios de entrega a domicilio para negocios locales. También podemos mencionar el financiamiento colectivo en plataformas como Kickstarter que permiten a los emprendedores o artistas plantear una idea con el fin de obtener fondos para el avance del proyecto a través de pequeños ingresos que brinda la gente.

Economía Colaborativa en el contexto peruano

En el contexto peruano, la economía colaborativa surge como una necesidad para obtener ingresos adicionales. Esto principalmente porque muchos peruanos están siempre en búsqueda de oportunidades para mejorar su situación financiera, que en la actualidad es difícil. Para lo tanto, se hace uso de plataformas digitales con las que pueden generar ingresos a través del alquiler de propiedades, trasporte de pasajeros o haciendo entregas en un horario ajeno al trabajo principal. Incluso son varios los casos en que estos ingresos adicionales constituyen su labor prioritaria.

La economía colaborativa ha sido una alternativa para el aumento del emprendimiento en el Perú. Esto parte principalmente por el rápido acceso al mercado para obtener ingresos adicionales. De esta forma, se evita varias veces a las llamadas «barreras de entrada». Esto podemos verlo más fácilmente en plataformas digitales como MercadoLibre, en la cual los pequeños emprendedores tienen acceso para vender sus bienes o servicios, sin que ello signifique una fuerte inversión en locales o trámites burocráticos.

Además, la economía colaborativa también ha sido una puerta a la inclusión financiera. Esto se da pues el Perú al ser un país cuya población no tiene acceso a la información a servicios financieros terminan usando plataformas digitales e introduciéndose, de otra forma, al sistema financiero para llevar a cabo transacciones por medios digitales.

La importancia de la regulación del fenómeno económico creciente

No obstante, este fenómeno económico-social creciente en el Perú plantea también desafíos y debates. Todo ello parte principalmente por la problemática de la regulación de estas actividades, pues es un fenómeno que termina generando un impacto significativo en el mercado. Si bien la economía colaborativa promueve la competencia y diversifica las opciones de los consumidores, la de falta una regulación en los derechos de los trabajadores que garantice sus condiciones laborales justas es igual de importante en una economía como la peruana.

Muchas de las críticas a este fenómeno creciente parten de lo anterior. El nuevo mercado que plantea la economía colaborativa al ser un mercado desregulado propicia una serie de abusos. El concepto de obtener un ingreso adicional puede significar también una actividad sin un salario digno, por lo que la valorización en comparación al de un trabajo regulado suele ser menor.

Ante la falta de protección social los trabajadores independientes no tienen acceso a protección social. No es de extrañar por ejemplo que esto suceda en casos como el de los repartidores, en el cual se genera un gran debate sobre si deberían tener acceso a seguros. Las garantías de empleo en la economía colaborativa tampoco están sujetas, pues no hay de por medio un contrato formal que asegure a la actividad. Por ello, muchas veces los costos operativos como de los que alquilan vehículos o herramientas son asumidos totalmente por el propietario, así como toda la responsabilidad de su uso recae en ellos (2).

Frente a todo este fenómeno entonces la regulación por parte de las normativas en el Estado parten como la guía para que la economía colaborativa brinde más beneficio que perjuicios. El marco regulatorio debería ser equilibrado tomando en cuenta que es un ámbito que parte del sector privado y de la sociedad civil y de la interacción de estos. De esta forma, la economía colaborativa puede representar un camino complementario para la transformación económica y social con sus propias ventajas y desventajas.

 

FUENTES:

Sastre-Centero & Galiana (2019). (1)

Slee T. (2016). (2)

Cañigueral (2016) (3)

 

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