Económica

El escenario económico que tendrá que enfrentar el país ante esta nueva crisis política

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Antes de la vacancia de Martin Vizcarra, las proyecciones indicaban una caída del 12,7% del PBI para este año y un repunte del 11% para el 2021 (BCR); ahora, estas previsiones tendrán que ser revisadas a la baja debido a la inestabilidad política y social en la que se encuentra sumergida el país.

En medio de una serie de manifestaciones que se alzan a lo largo de todo el país, la actuación violenta del gobierno del renunciante Manuel Merino y el riesgo de una segunda ola del Covid-19, la economía peruana se encuentra en un camino de incertidumbre que pone en peligro la recuperación económica y la calificación crediticia del país. El efecto que tendrá esta nueva crisis política en la economía dependerá de su duración y de que se lleguen a consensos fuertes en los que se esclarezca el rumbo que tomará el país hasta las elecciones de abril de 2021.  

En este contexto, la inversión privada, uno de los principales motores para la reactivación económica, vería afectado su crecimiento. La inestabilidad en la que se encuentra el país afecta la confianza de los inversionistas, lo cual retrasaría proyectos de inversión que se encontraban cerca de descongelarse y ocasionaría que se reduzca la llegada de nuevas inversiones al país. Este escenario tendría un impacto negativo en la recuperación de empleos, la generación de nuevos empleos y el efecto conjunto que esto tendría en el consumo privado

Otro de los motores de la recuperación económica, la inversión pública, también se vería afectado por la incertidumbre política. Si bien esta creció en 6,4% en el mes de octubre, los cambios de gobierno y la falta de consenso en el legislativo podría frenar la dinámica expansionista que ha tenido en los últimos meses, lo cual supondría otro revés para la recuperación prevista para el 2021.

Por otro lado, la calificación crediticia del país se encuentra en peligro de deterioro a causa de la incertidumbre actual, pero, principalmente, por las iniciativas populistas de la agenda del congreso. Medidas legislativas como el retiro de fondos de las AFP y, en especial de la ONP, afectarían la solvencia del país y, sobre todo, supondrían un revés a la prudencia fiscal, principal activo del Perú en los mercados internacionales, que ha sido una constante en los últimos años. Según el economista Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo Riesgo Soberano de Moody’s, la inexistencia de un contrapeso que haga frente a este tipo de medidas ponen en peligro la calificación crediticia del país, que en sus palabras “no se esta comportando como un país digno de una calificación A”

Fuentes:

El Comercio (1) (2)

Gestión (3) (4)

Semana Económica (5)

 

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