Tecnología y demografía son las grandes tendencias que impactarán el mercado laboral en un futuro según una reciente publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Tanto el Estado, empresas e individuos deben adaptarse a la nuevos cambios que trae la cuarta revolución industrial para así asegurar un mayor dinamismo del mercado laboral.
Como parte de la iniciativa “El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe”, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) busca contribuir con nuevas ideas acerca del futuro del mercado laboral en el mundo. Los cambios tecnológicos y el envejecimiento poblacional serán claves para el desarrollo del mercado de trabajo en el largo plazo.
Los cambios tecnológicos surgidos en la era digital tales como la inteligencia artificial, internet o robótica trae consigo nuevos retos para las personas respecto a la capacidad de adaptación. Dada la velocidad de estos cambios, las personas deben adecuarse rápidamente a estos; sin embargo, en la realidad las personas tardan en desarrollar nuevas habilidades representado así un problema muy grande. En el caso de América Latina y el Caribe, la existencia de barreras a la adaptación de nuevas tecnologías, restricciones a la innovación y el reducido desarrollo empresarial genera una menor capacidad de absorción de estos cambios tecnológicos. Cabe resaltar que además de lo mencionado anteriormente, el déficit de infraestructura y la falta de financiamiento agravan el problema.
Otro tema en debate que trae consigo el cambio tecnológico es la automatización del trabajo. Según el estudio, en todas las revoluciones industriales el empleo se adecuó a la invención de nuevas tecnologías. Un ejemplo de ello es el sector financiero, en donde la invención de cajeros automáticos no desató una reducción en el empleo de los trabajadores de atención al público.
Por otro lado, el envejecimiento cambiará radicalmente la estructura del mercado laboral reduciendo la población en edad de trabajar y, por consiguiente, frenar el dinamismo de la economía. A este problema hay que agregarle la caída en las tasas de natalidad a nivel mundial, lo que conlleva a un menor ingreso de personas en el mercado laboral. Sin embargo, la mayor participación de la mujer en el mercado laboral y la adopción de adelantos tecnológicos pueden frenar este problema.
Asimismo, la demanda por determinadas ocupaciones, producto del envejecimiento poblacional, se incrementará. Ocupaciones en los rubros de cuidado de la salud y educación tendrán mayor dinamismo en un futuro. En el caso de América Latina y el Caribe, la mayor parte de maestros, enfermeros y médicos llegaron a su edad de jubilación en la actualidad, por lo que en los próximos 15 años existirá una brecha importante que cubrir.
Fuentes:
Banco Interamericano de Desarrollo (1) (2) (3)
América Económica (4)
Forbes México (5)