Económica

El Medio Oriente en el olvido: Tiempos de Cambio y de Esperanza

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En las últimas semanas, el mundo ha sido sacudido fuertemente por un gran número de muertes y abusos perpetrados en una de las zonas más conflictivas que existen: Medio Oriente. La atención del mundo entero fue, específicamente, otorgada hacía dos países que permanecen en un incesante conflicto desde el año 1948, en donde los principales actores son Israel y Palestina. Este conflicto siempre ha logrado generar inestabilidad política y económica en la región, llevando al resto de países ubicados alrededor a formar parte de las tensiones que se incrementan con el correr de los días.

 Uno de los principales objetivos de este artículo es lograr generar un humilde aporte en el entendimiento de la coyuntura económica y -por qué no- contribuir con el entendimiento del aspecto político del Medio Oriente. En el desarrollo del artículo, se tomará en cuenta diferentes indicadores económicos –como la tasa de crecimiento del producto bruto interno o el nivel de desempleo– para poder generar el análisis pertinente de la coyuntura actual de la economía del Medio Oriente, el cual será llevado a la par con datos históricos desde la caída del Impero Otomano en el año 1922 hasta la actualidad, haciendo un hincapié en los últimos sucesos ocurridos desde la Primavera Árabe, iniciada en la presente década. En la primera parte del artículo se realizará un background general sobre la historia de la región que permita un mejor juicio y comprensión sobre el tema. En la segunda parte se realizará un análisis coyuntural económico de los países que pertenecen al área descrita como Medio Oriente. Y, finalmente, en la tercera parte del artículo se realizará una selección de problemas a los que se enfrentará la economía del Medio Oriente.

Pueblos con una historia en común

El Medio Oriente es un conjunto de países que están ubicados en la parte sudoeste del continente asiático y en el norte del continente africano. Existen diferentes acepciones sobre la delimitación de esta área geográfica, pero para fines del artículo se ha compuesto de los siguientes países: Egipto, Israel, Palestina, Jordania, Líbano, Siria, Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Yemen y Bahréin. Todos estos territorios pertenecieron al Imperio Otomano que se desarrolló desde 1299 hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, en donde tras su derrota, fue disuelto y repartido entre británicos y franceses quienes dominaron la economía de la región.

El inicio de la Segunda Guerra Mundial generó una toma en consideración de la posibilidad de convertirse en estados independientes, en su gran mayoría de los estados árabes. El punto de quiebre en la historia del Medio Oriente se daría en 1947, tras la salida de los británicos de territorio palestino, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió dividirlo en una parte árabe y otra judía que recibiría a los desplazados de distintas partes del mundo tras la Segunda Guerra Mundial. En 1948, se proclama la independencia del Estado de Israel, en donde sus vecinos árabes muestran su desaprobación mediante una guerra. Este nuevo país dentro del Medio Oriente generaría grandes cambios políticos y económicos dentro de la región.

La creación de Israel generó en la zona una serie de reacciones a lo largo de todo este tiempo hasta la llegada de la última década del 2010, como por ejemplo el realizado por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser –enemigo acérrimo de los israelitas– quien decidió nacionalizar el canal de Suez, decisión que afectó al comercio entre franceses y británicos con sus ex colonias en el año 1956. Otro conflicto que generó un cambio en la economía se dio en la década de 1970, donde Israel nuevamente entraba en guerra con Egipto y Siria, conocido como la Guerra de Yom Kipur. El desarrollo de este conflicto dejó a Israel como “ganador”, pero la respuesta de los países árabes ante esta ofensiva fue realizar una guerra económica contra de los países que eran aliados de Israel. Aprovechando la importancia del petróleo, comenzaron a restringir las ventas del oro negro, lo cual propició la llamada Gran Crisis del Petróleo, que golpeó a los costes de producción de los países occidentales y generó un aumento de precios para el consumidor.

La economía en tiempo de cambio

Mantener el Medio Oriente en paz es una tarea muy complicada para los países, debido a los constantes conflictos que aqueja su población. En los últimos años, el Medio Oriente ha estado en su punto máximo de ebullición, representado principalmente por “La Primavera Árabe”, donde una serie de países entraron en un proceso de guerras civiles, buscando derrocar a los distintos regímenes de la región con una población impulsada por la pobre calidad de vida, la baja calidad de los servicios públicos, el olvido de la población frente al enriquecimiento propio, altos niveles de desempleo, aumento de la inflación y el no respeto de los derechos humanos.

Uno de los casos más emblemáticos es Egipto, en donde se dieron una serie de revueltas que lograron expulsar del poder a Hosni Mubarak, pero este gran cambio generó un ritmo de crecimiento sumamente débil como el registrado en el año 2013 que fue del 2.1% sumado a un alto nivel de deuda pública, el cual vino acompañado de una inflación de 9.5% y un nivel de desempleo cercano al 13% en 2013. Los egipcios tuvieron que recibir apoyo económico internacional para poder volver a la senda de crecimiento que tenían anteriormente. El comercio de Egipto se redujo en la época de la transición, pero se sigue manteniendo al petróleo crudo como producto de exportación bandera.

Jordania tenía la gran oportunidad de cambiar su rumbo. Se registraban altas cifras de déficit fiscal, gran desempleo y pésimas instituciones que trabajaban solo para lucrar en beneficio propio. Su capital, Ammán, se convirtió en el centro de las revueltas y reclamos hacia el rey Abdullah II, quien finalmente accedió al pedido de convocar a elecciones para el año 2013, las cuales darían fin al mandato del primer ministro Samir Rifai. No obstante, se siguió observando grandes fluctuaciones en el precio de los combustibles y un aumento en el nivel de vulnerabilidad económica. Ese mismo año, se logró obtener una tasa de crecimiento de 2.8% y un nivel de inflación menor, al registrado en el 2011, de 5.5%.

El Líbano también sería visitado por los nuevos vientos de cambio que traía la Primavera Árabe. La sociedad libanesa aprovecharía en mostrar su descontento al sistema político, donde el poder era repartido entre comunidades religiosas dentro del país y los procesos electorales no eran respetados. La economía libanesa, tras las protestas, creció en 0.9% el año 2013, pero generó un gran déficit fiscal por al aumento del gasto público y una inflación del 4%. Además, la población joven no calificada no cuenta con oportunidades laborales que terminará por incrementar la pobreza en la población. Actualmente, con el nuevo gobierno de Tammam Salam, el cual acaba de ingresar el presente año, tras 10 meses de vacío en el poder, se espera un mayor crecimiento en relación al año pasado.

El año 2011 en Siria, los rebeldes se levantaron ante el régimen de Bashar Al-Asad dando el inicio de una de las más sangrientas guerras civiles en la Primavera Árabe. El pueblo sirio vivía uno de los momentos más difíciles en el terreno económico; es decir, la población estaba descontenta por la falta de oportunidades laborales, se registraban grandes niveles de pobreza y un aumento mensual de la inflación. Esta guerra civil generó grandes pérdidas en infraestructura, reducción de la productividad petrolera y la gran escasez inmediata de los principales productos utilizados para la vida cotidiana de los sirios. Del mismo modo es importante indicar que en el año 2011, mientras el resto de países de la región crecía, la economía siria estaba en periodo de recesión con -2.3%. No se tienen datos más recientes debido a que el Banco Central Sirio fue destruido tres veces por granadas utilizadas en la guerra civil. Ahora mismo están enfrentando una sanción internacional que no le permitirá salir del hoyo económico fácilmente.

Los países del Golfo –Yemen, Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos– forman parte del Medio Oriente. La característica esencial de estos países es la completa dependencia que tienen con respecto al petróleo, la cual es una de las principales fuentes de energía para el resto del mundo. Estos países están sobre una senda de crecimiento mayor al 5% del PBI.  Asimismo, uno de los principales logros de estos países fue mejorar su sistema bancario que se ha convertido en uno de los más importantes en el mundo. Incluso, Qatar es considerado el país con el mejor PBI per cápita y uno de los países con menor nivel de desempleo a nivel mundial. Un caso especial es Yemen. Esta nación es una de las más pobres del mundo árabe, más del 50% de su población es pobre. Además, registra altas tasas de crecimiento poblacional con problemas en cuanto al acceso de servicios de agua potable y de garantizar la seguridad alimentaria. Cabe resaltar que Yemen sale de una revolución que logró derrocar a Ali Abdullah Saleh, dictador de Yemen desde 1990. La revolución generó mayor inestabilidad, extendiéndose esta la actualidad, permitiendo el paso de grupos terroristas a tierras yemeníes los cuales siembran inseguridad y mayor corrupción.

Israel es considerado uno de los países más desarrollados del Medio Oriente. Las crisis políticas y conflictos que se acentúan en la región propician grandes gastos en defensa e innovación tecnológica que representa cerca del 8% del producto bruto interno, parte que podría ser utilizada en mejorar la calidad de vida de las personas. A pesar de esto, Israel ha logrado tener en lo que va de este año 1% de inflación y en el mes de Julio se registró 6.3% de desempleo. El conflicto con Palestina siempre ha sido un motivo para no concentrarse plenamente en la economía local, esto es porque siempre está pendiente de los problemas limítrofes a los que está sometido. No solamente mantiene conflictos con Palestina, sino también con Líbano, especialmente con la región controlada por la organización chiíta “Hezbolá” y aún mantiene la discusión con Siria por los Altos del Golán.

Gaza y Cisjordania son los territorios que conforman Palestina, y se ha llegado a tener un nivel de 26.4% de desempleo en Marzo de este año, el cual se incrementará con el correr del conflicto que mantiene con Israel. El control que ejecutan los israelitas hacia la economía palestina es enorme: no existe autonomía en Gaza –región controlada por Hamás- ni libertad de comerciar con otros países en el mundo, muchas veces el comercio que se realiza en Palestina es contrabando pasado por túneles subterráneos desde Egipto (o, en algunas veces, desde Israel) que sirven a la población palestina como acceso a los productos de primera necesidad. En el caso de Cisjordania, esta representa la zona más grande entre las dos que conforman Palestina. Está región es más pobre y depende en gran medida de las donaciones internacionales que son invertidas por la Autoridad Palestina. Jordania es su principal socio comercial y exporta básicamente chatarra y piedra.

Esperanza: De hoy en adelante

Un estudio realizado por el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) indica que el coste de oportunidad de estar en constante conflicto en el Medio Oriente representa una pérdida de doce billones de dólares, cantidad exorbitante para la región. Además, se indica que, con ese dinero perdido, los niveles de ingreso per cápita de todos los países se duplicarían y en algunos casos se cuadriplicarían. Entonces, ¿cómo llegar a ganar esos doce billones de dólares que permitan mejorar la calidad de vida de las personas? ¿Cómo hacer que exista convergencia entre el Medio Oriente y Occidente?

En primer lugar, se debe lograr la paz y fortalecer la confianza de los pueblos del Medio Oriente. Este paso sería el más importante y contribuiría a la base de un futuro crecimiento y desarrollo sostenido en el futuro, se debe dejar atrás el “Boicot Árabe” contra Israel que se está dando a lo largo de estos años.  Este objetivo se podrá lograr a través de la cooperación económica dentro de la región, también se podrían realizar áreas de libre comercio (cabe resaltar que durante la historia en la región no se ha desarrollado mecanismos de libre comercio entre estos países) y principalmente buscar objetivos en común como región fuerte y unida.

En segundo lugar, se deben mejorar las instituciones en cada país del Medio Oriente. Esta zona es un lugar donde no se respetan las leyes de derechos de propiedad, prolifera la existencia de contrabando, la corrupción en los gobiernos, la falta de democracia. Un gobierno dictatorial no es el indicado para la región, tal y como se ha visto a lo largo de la historia, siempre buscan el beneficio personal dejando de lado al resto de la población que se hunde en la pobreza año tras año, sin posibilidades de salir adelante. Especialmente, se destaca la falta de libertad económica en estos pueblos, en donde no se puede invertir de forma segura, no existe un sistema financiero organizado y ponen trabas a la creación de nuevas empresas que atentan contra los monopolios instituidos en cada país.

En tercer lugar, se debe invertir en infraestructura, innovación tecnológica y educación los cuales son los pilares para una posible mejora de la calidad de vida de la población. Se debe evitar la huida del capital intelectual a raíz de los conflictos entre los países del Medio Oriente y también desarrollar tecnología que permita reemplazar las millonarias importaciones de máquinas que se realizan del resto del mundo.

Finalmente, se debe trabajar en la diversificación de exportaciones –principal problema de todos los países subdesarrollados– y en el caso especial del Medio Oriente, lograr sacudirse de la dependencia hacia el petróleo que genera la mayor cantidad de ingresos para los países de la zona. En algunos países, como los del Golfo, representan cerca del 50% de ingresos para el país.

 

Fuentes:

Datos económicos:

The World Bank Data: http://data.worldbank.org/indicator/

Observatory of Economic Complexity: http://atlas.media.mit.edu/

CIA Factbook: https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/sy.html

World Economic Outlook (April2014): “Recovery Strengthens, Remains Uneven” – International Monetary Fund

Banco Central de Egipto: http://www.cbe.org.eg/English/

Banco Central de Líbano: http://www.bdl.gov.lb/

Banco Central de Siria: http://www.banquecentrale.gov.sy/main-eg.htm

Banco Central de Israel: http://www.boi.org.il/en/DataAndStatistics/Pages/Default.aspx

Datos Históricos:

Middle East: ¿Oriente Medio u Oriente Próximo? http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/42/pyc421.htm

MENA Quarterly Economic Brief: http://www.worldbank.org/en/region/mena/publication/mena-quarterly-economic-brief

“Oil Prices Once Again: The Link Towards Middle East Economies” – Erhan Aslanoglu y Pinar Deniz. Topics in Middle Eastern and African Economies. Vol. 15, No. 2, September 2013.

“Decline of Ottoman Industry, 1840-1914” por M.A.Ubicini, Letters on Turkey. En The Economic History of the Middle East 1800-191. The University of Chicago Press. 1966.

“10 consecuencias inesperadas de la Primavera Árabe” – Kevin Connolly (http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/12/131212_primavera_arabe_consecuencias_finde.shtml)

“60 años de conflicto Árabe-Israelí” (http://www.paralibros.com/passim/sumario/conflic32.htm)

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