Francia está pasando por un crecimiento mínimo y una alta tasa de desempleo. Al ser la tercera potencia de Europa, todas las miradas están concentradas en sus elecciones presidenciales.
El pasado domingo, se realizaron las elecciones en el país galo en la que salieron dos candidatos que disputaran la presidencia en la segunda vuelta del próximo 7 de mayo: el candidato de centro Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen. La posición de ambos candidatos en materia económica mantiene inquieta a la comunidad internacional.
Al conocerse los resultados, los mercados internacionales, especialmente los europeos, reaccionaron de manera positiva, generando un alza de 4% en el mercado bursátil, luego de que en las últimas semanas el mercado registrara un comportamiento de incertidumbre. Esta alza en las bolsas europeas también se vio reflejada en la bolsa de Nueva York, EEUU. Esto se debe al hecho de que Macron pasó a segunda vuelta, generando confianza en los inversionistas debido a que se aleja la idea de la retirada de Francia de la Unión Europea (conocida como Frexit).
Este nuevo clima de confianza logró que el euro suba un 1,31% para situarse en 1,086 dólares, superando los máximos registrados en los últimos 5 meses. A este panorama optimista se le debe sumar el llamado al voto por Macron de parte de sus rivales: François Fillon de posición conservadora y del izquierdista Jean-Luc Mélechon.
El apoyo de los mercados al candidato de centro se debe a la posición europeísta y a las políticas que él implementaría, las cuales están descritas en su plan de gobierno. Primero, el candidato del partido de En Marcha! propone preservar la visa Schengen y busca una mayor integración de la Unión Europea luego de la retirada de Reino Unido. En cuanto a su programa económico, busca proteger la semana laboral de 35 horas así como la reducción de impuestos, la creación de un seguro para desempleados y una inversión pública de 50 mil millones en los próximos 5 años.
Por otro lado, Marine Le Pen, quien mantiene una posición ultraderechista, tiene una posición muy diferente a la de su candidato opositor. En primer lugar, mantiene su posición nacionalista y su intención de que Francia se retire de la Unión Europea a través del “Frexit”. En materia económica, la candidata del Frente Nacional busca una creación de impuesto de 3% a las importaciones para así promover el consumo de bienes nacionales, la promoción nuclear como fuente de energía y elevar el presupuesto de defensa.
Fuentes
El Economista (1)