La extracción de hidrocarburos y gas mediante el “fracking” era aclamado como el paso final hacia la independencia energética de los Estados Unidos; sin embargo, según datos recientes, este anhelado objetivo puede estar lejos de ser alcanzado.
En el año 1970 el precio internacional del barril del petróleo rondaba los $10 tomando como base el valor del dólar en el 2009. Luego la crisis del petróleo de 1973 quintuplico el precio en 1974, así como también la crisis de 1979 hizo que el precio del barril se duplicara en apenas un año. Ambas dejaron de lección a los Estados Unidos que si no deseaba volver a vivir una estanflación o escasez de petróleo entonces debía asegurar que su suministro desde Oriente Medio no cesara. Actualmente, el nuevo enfoque norteamericano consiste en que las fuentes de energía provengan del mismo país: se anhela alcanzar la independencia energética.
La lucha por este objetivo implica encontrar otras fuentes de energía alternativas; por ello, se financian millonarios proyectos relacionados con el biocombustible. Es así como este país desplazó a Brasil como el principal productor de etanol, el cual es un combustible que se obtiene de la fermentación de sustancias azucaradas. Asimismo, para fomentar el uso de energías alternativas se otorgan subsidios a la producción de electricidad que proviene de energías renovables como la eólica, geotérmica o hidráulica o de energía nuclear. Otra forma de terminar con la dependencia energética es obtener más petróleo dentro del territorio estadounidense. Una de las técnicas empleadas para la extracción de hidrocarburos y gas del subsuelo es la fracturación hidráulica, conocida popularmente como “fracking”, la cual se ha vuelto más rentable en los últimos años por el alto precio del petróleo. Esta método de extracción incrementó la producción petrolera desde 600 000 barriles diarios en el 2008 hasta actualmente 3,5 millones. El “fracking” era considerado por ello como la revolucionaria técnica que llevaría a Estados Unidos a convertirse en el mayor productor de petróleo del planeta en el 2019 y a conseguir su independencia energética en el 2035.
No obstante, esta meta norteamericana presenta varios obstáculos en el trayecto. Para empezar, durante este año los productores independientes van a gastar $1,5 en perforaciones para obtener de retorno $1 por la venta de petróleo y gas. También el precio internacional del petróleo es un factor el cual influirá en la rentabilidad de la extracción del petróleo. Si el precio del barril disminuye por debajo de $85, los beneficios para las empresas en ese país se volverán escasos. Además para mantener la producción diaria de un millón de barriles se necesitará la explotación de 2500 nuevos pozos petroleros al año, en Iraq se conseguía el mismo resultado con apenas 60 pozos. Por último, el “fracking” desgasta más rápido los pozos petroleros y actualmente es investigado como el causante de la contaminación del agua en el subsuelo.
Fuentes
http://chartsbin.com/view/oau
http://www.abc.es/economia/20140224/abci-eeuu-independencia-energetica-fracking-201402241322.html
http://www.bloomberg.com/news/2014-02-27/dream-of-u-s-oil-independence-slams-against-shale-costs.html
http://www.bloomberg.com/infographics/2014-02-20/can-the-u-s-sustain-its-natural-gas-boom.html
