El Fondo Monetario Internacional, en su última actualización del reporte de Perspectivas de la Economía Mundial, indicó cómo sería la evaluación de los precios en los mercados de las principales productos como los metales y materias primas energéticas. Estos han presentado un incremento del 16.6% entre febrero y agosto de 2021, debido principalmente a la recuperación de la demanda de materias primas, condiciones financieras laxas, y perturbaciones de oferta y meteorológicas.
Primero, el precio del petróleo subió 13.9% entre febrero y agosto de 2021, debido a una rápida recuperación económica en las economías avanzadas. Ante la caída de las existencias mundiales, la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) acordó eliminar gradualmente sus restricciones a la producción para el siguiente año. Por esto, se espera una caída continua de los precios del petróleo de los 65.7 dólares por barril en 2021 hasta llegar a los 56.3 dólares por barril en 2026.
Segundo, los precios asiáticos del gas natural licuado han aumentado en 132.2% a 16,6 dólares el millón de unidades térmicas británicas, entre febrero y agosto de 2021. Esta se dio debido al agotamiento de las existencias del gas natural tras unas fuerte condiciones meteorológicas, como un fuerte invierno en el hemisferio sur y un caluroso verano en el hemisferio norte, por el repunte de la actividad industrial y por factores idiosincráticos, como la baja de producción de energía hidroeléctrica en Brasil por sequías.
Tercero, el índice de precios de los metales básicos que elabora el FMI subió en 9.7% entre febrero y agosto de 2021, mientras que los precios de los metales preciosos disminuyeron 1.8%. Los metales básicos alcanzaron su nivel más alto en 10 años. Estos fueron fortalecidos por la recuperación de manufactura mundial, las mejores perspectivas de inversión en infraestructura en las economías avanzadas y perturbaciones de oferta debido a la COVID-19. Los precios del cobalto, el litio y el níquel subirán varios cientos por ciento desde los niveles de 2020 y podrán demorar la transición energética. En cambio, el cobre presenta un menor peligro de sufrir un atasco, ya que enfrenta aumentos de demanda menos pronunciados.
Finalmente, los precios de muchos cultivos básicos registraron fuertes incrementos. El índice de precios de alimentos y bebidas elaborado por el FMI subió en 11.1% entre febrero y agosto de 2021, alcanzando su máximo valor desde la crisis mundial de precios alimentarios en 2010-2011. Específicamente, el precio de la carne aumentó en 30.1%; el del café, en 29.11%; y el de los cereales, en 5.4%.
Fuente:
FMI (1)
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