Según analistas de JP Morgan consultados por Bloomberg, la fusión que se plantea entre dos de los principales bancos alemanes es un sinsentido. Entre las consecuencias más importantes se encuentra, por ejemplo, la pérdida de un estimado de 1.000 a 1.500 millones de euros para Deutsche Bank, siendo esta una quinta parte de la facturación de Commerzbank.
Los primeros ejecutivos de ambas entidades financieras contrastaron recientemente que las conversaciones entre ellas son abiertas, y que la negociación solo avanzaría si las cifras encajan para todos los involucrados. Para Bloomberg, la pérdida de ingresos anuales y los costes del proceso de reestructuración para la entidad resultante, sería posible de compensarse a largo plazo. Tal escenario se llevaría a cabo gracias a los ahorros que devengan de la fusión, siendo la cifra el 40% del total de la base de costes de Commerzbank: aproximadamente 2.700 millones de euros.
Recientemente, se exacerba la voz de la oposición a la unión de los bancos por parte del Comité de Empresa Europeo (CEE) de Deutsche Bank, que aseguró mediante una misiva que no encuentra ningún beneficio que pudiera mejorar el desempeño tanto de ellos mismos como de Commerzbank. Además, resaltó el impacto negativo sobre su plantilla. Tal argumento se desprende de la resolución aprobada por unanimidad por el CEE en su reunión de primavera celebrada en Budapest, según informa CC.OO., que preside el CEE.
Según el CEE, el banco del que forma parte lleva años en medio de reestructuraciones que disminuyen el número de su plantilla, y que la fusión acrecentaría su reducción. Por ello, tendría poco sentido si prosiguen las conversaciones sobre la integración, para que después tuviera que afrontarse una reestructuración aún mayor.
Por un lado, la pérdida de 1.500 millones es uno de los principales baches que se interponen para la consecución del proceso M&A, siendo ésta la quinta semana de negociaciones entre las empresas. Por otro lado, existen protestas en el ámbito laboral de ambas compañías. Según los trabajadores, la fusión conllevaría una serie de despidos. Asimismo, los reguladores aseguran que no ven un escenario beneficioso producto de la mezcla de los bancos, mientras que los representantes legales de ambos empiezan a desistir de la postura favorable en torno al proyecto propuesto en primera por el ministro de Finanzas alemán.
Para los analistas de JP Morgan, la mayor pérdida provendría de las medianas empresas que tienen cuentas en ambos bancos. Según ellos, los ingresos que percibe Commerzbank de parte de las mismas, podrían verse mermadas hasta un 20%. Lo mismo sucedería para las grandes empresas e instituciones financieras, que serían desplomadas hasta un 15%.
Por el momento, la negociación gira en torno al futuro de la unidad de negocio de banca de inversión de Deutsche Bank, y cómo la reestructuración de su área impactaría en la totalidad del negocio. Tal división significó dificultades recientes, pues han perdido el 12% de sus activos y el 8% de su plantilla en lo que va en el último año.
El último conflicto resultante de las conversaciones se dio respecto del número de clientes a los que deberían de renunciar tras su fusión. Según un estudio del Deutsche, esto supondría una pérdida de ingresos de 1.000 millones de euros al año, es decir, del 3,5% de los ingresos de las dos compañías, que ascienden a 33.500 millones de euros. Las previsiones de Commerzbank, por su parte, pronostican unas pérdidas de ingresos 50% inferiores de lo que la otra parte prevé.
Por último, cabe resaltar que el Ejecutivo alemán, con una participación del 15% en Commerzbank, apoya la fusión. Siendo su mayor accionista, no considera las previsiones del otro banco, Deutsche, que piensa que tal caída de ingresos alejaría a los inversores. Según Kian Abouhossein, de JP Morgan, «aproximadamente el 2,5% de los ingresos conjuntos, unos 900 millones de euros de aquí al 2021, se desvanecerán por una duplicación de clientes y negocios». Deutsche ya ha sufrido una caída de los ingresos y los analistas calculan que este año los ingresos del banco serán casi un 20% inferiores a los del 2016. A principios de año, Commerzbank revisó a la baja su objetivo de crecimiento para el año 2020.
Fuentes:
El País (1)
Expansión (2)
OK Diario (3)