El mercado de valores es un espacio importante para el desarrollo de los mercados financieros de las distintas economías del mundo. A pesar de su antigüedad, para economías pequeñas este no encuentra mayor evolución. Tal es el caso de Perú, cuyo mercado de valores cuenta con distintas deficiencias en tamaño y estructura. Entre las medidas postuladas para impulsar su crecimiento, existe aquella que se postula como ambiciosa e innovadora en la región: la integración regional de las bolsas de valores.
El mercado en contexto
El mercado de valores es un mecanismo presente en los sistemas financieros de las economías del mundo en el cual tanto personas como empresas concurren para invertir o captar recursos financieros. De dicha finalidad, se desprende su historicidad, pues su existencia data de muchos siglos atrás, aunque en forma primitiva. Así, a lo largo de los años y gracias a la sofisticación de las economías, el mercado de valores ha evolucionado a niveles muchísimo más complejos. A pesar de ello, las economías pequeñas mantienen mercados de valores igualmente pequeños. En este sentido, se ha evaluado diversas formas y políticas que impulsen su desarrollo, entre las cuales la más ambiciosa parece ser la integración regional.
En el caso de Perú, el mercado de valores se representa principalmente en la Bolsa de Valores de Lima, cuya existencia data de 1901 bajo el nombre de Bolsa Comercial de Lima. En más de un siglo de existencia, ha servido de espacio para la negociación y promoción de acciones e instrumentos de deuda. No obstante, en el acompañamiento de la historia económica peruana, se ha mantenido reducido y carente de crecimiento. Es más, si se observa el comportamiento de la Bolsa de Valores de Lima, esta presenta un monto negociado anual que se mantiene en un mismo nivel promedio durante más de una década, así como una rotación de sus acciones relativamente baja.
Si se desea conocer la fuente de las decificiencias de la Bolsa de Valores Limeña, no se puede señalar el contexto macro. Como lo menciona el Banco Mundial, la economía peruana es aparantemente propicia para que exista un mercado de valores desarrollado: presenta un ambiente macroeconómico estable de baja inflación, un manejo fiscal prudente, un mercado financiero relativamente avanzado e institucionalidad firme. Sin embargo, sí existen problemas específicos del propio ambiente en el que funciona el mercado de valores peruano que no permitirían su mayor evolución.
Muy pequeño para crecer
El primer problema por atender es el tamaño de la economía peruana. La economía peruana es pequeña comparada a sus pares de la región. Esto trae problemas, pues el espacio del cual pueden surgir empresas que se integren al mercado de valores es reducido. Además, la estructura del empresariado peruano suma a la problemática: por un lado, las pequeñas y microempresas representan alrededor del 99% de las empresas totales y no presentan los medios suficientes para participar en el mercado de valores; mientras que por otro lado, existe una predilección por la deuda corporativa en lugar de la emisión de acciones.
La demanda ralentiza el crecimiento
El segundo problema por atender es la concentración de la demanda. El mercado de valores peruano se ha caracterizado por concentrar su demanda en inversionistas institucionales, siendo las AFPs las cuatro entidades más importantes. La principal característica de los inversionistas institucionales es su horizonte de inversión de largo plazo. Esto dificulta el dinamismo de las negociaciones, lo cual afecta los precios de los instrumentos y su grado de liquidez.
Unidos somos más fuertes
Como se observa, las problemáticas existentes, aunque no son las únicas, son importantes dada su naturaleza estructural. Por lo tanto, se necesitan medidas extraordinarias para corregir la naturaleza del mercado de valores peruano e impulsarlo a una senda de crecimiento. Específicamente, desde la BVL se han tomado distintas iniciativas como el aumento del grado de inclusión financiera o la creación de mercados alternativos de valores. No obstante, partiendo de la idea de integración como pilar del crecimiento, la medida de mayor ambición es la integración de las bolsas de valores de Colombia, Santiago y Lima para poder incrementar el alcance de los mercados de valores en proporciones más que significativas.
Efectivamente, las tres bolsas buscan ser pioneros en la integración regional al unificarse en una única empresa holding. Esto permitiría crear una única bolsa regional para los tres países involucrados, de tal manera que cualquier agente en Chile o Colombia, pueda negociar sin ninguna restricción valores o deuda de empresas peruanas, y viceversa, en una plataforma única. En este sentido, tanto la forma de operar, como la logística y tecnología serán homogéneas para las tres bolsas. Todo lo mencionado serviría el objetivo de juntar los 1089 emisores con los que cuentan Colombia, Perú y Chile y expandir drásticamente la oferta y demanda del mercado de valores.
Esta iniciativa sería beneficiosa para el Perú, pues trata las problemáticas del reducido mercado peruano y su concentrada demanda. Primero, el tamaño del mercado de valores disponible para inversionistas nacionales no solo ascendería en número de emisores (aproximadamente más de 1000 empresas emisoras), sino que crecería a un valor estimado de casi $800 mil millones. Es decir, se apertura el mercado peruano a una mayor cantidad de alternativas existentes para los distintos agentes económicos con distintos perfiles. Asimismo, por el lado de las empresas emisoras, se encontrarán con un vasto mercado con el cual negociar y obtener mejores condiciones de deuda o una mayor demanda por sus acciones.
Segundo, la apertura a distintos mercados permitirá un mayor dinamismo de la negociación bursátil, pues se disipa la concentración de la demanda de valores peruanos por parte de inversionistas institucionales. Todo lo contrario, ahora se contará con inversionistas de distintos perfiles que participarán del mercado accionario, lo cual generará un mayor grado de liquidez para las acciones peruanas y una mayor rotación de sus acciones al existir una mayor cantidad de inversionistas. Así, dada la mayor diversidad de la demanda, desaparecerían las distorsiones en sus precios.
Esta es una iniciativa original en la región que busca potenciar a todos los mercados participantes por igual. Aunque aún se cuenta con cuestiones de logística que acordar, como la hora de negociación y la moneda común para las negociaciones, conceptualmente los efectos del proyecto de integración de las bolsas serán beneficiosos para el Perú al tratar las problemáticas antes vistas. Por ello, se considera importante su implementación en los siguientes años para el crecimiento del mercado de valores peruano. No obstante, cabe recalcar que esta unificación no es una solución total a los distintos asuntos que lo aquejan, pero sí es un ejemplo práctico de que la unión regional nos favorece.
Fuentes:
Revista Moneda BCRP (1)
Rankia (2)
Macroconsult (3)
Banco Mundial (4)
La República Colombia (5)
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