Económica

La otra cara del ‘Bono Renta Joven’

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El Ministerio de Vivienda (MVCS) publicó este lunes 05 de agosto el reglamento para poner en aplicación el Bono de Arrendamiento, también conocido como Renta Joven o Bono Mi Alquiler. Sin embargo, con un gran número de peruanos que resultarán beneficiados, se presentan ciertos cuestionamientos al programa de subsidios dentro del corto y el largo plazo, como el aumento de los precios de las viviendas y el incumplimiento del objetivo final del programa.

El programa de subsidios de alquiler “Bono Renta Joven”, el cual fue lanzado para impulsar el acceso a una vivienda digna, permitirá ahorrar el monto necesario para poder financiar el pago de la cuota inicial de una casa propia. Este bono se encuentra dirigido a los peruanos entre 18 y 40 años de escasos recursos económicos. Es decir, el ingreso en conjunto del grupo familiar demandante del bono (mínimo de 2 personas) no debe superar los s/3,538. Esta cifra se eligió de acuerdo a los ingresos del 40% de los ciudadanos con menor renta en Lima.

¿Cómo funciona este programa? El Bono Renta Joven otorgará a los ciudadanos aptos un subsidio del 30% del valor del alquiler mensual para una vivienda de hasta 1500 soles; del cual, el 70% será destinado para el pago del alquiler de la vivienda, mientras que el 30% restante irá a una cuenta de ahorro forzoso. El ministro Carlos Bruce declaró que “al final de los cinco años, el joven tendrá S/ 9,000 a S/ 10,000, más intereses, más lo que pueda ahorrar adicional, y todo eso sumar para la cuota inicial y comprarse una vivienda”.

Los beneficiarios serán, principalmente, jóvenes de escasos recursos menores de 40 años; sin embargo, a medida que el bono comience a funcionar, este se ampliará a personas mayores. Asimismo, el ministro Carlos Bruce manifestó que esta iniciativa y la del Desalojo Notarial, de autoría del mismo congresista, «permitirá también dinamizar el mercado de alquiler de vivienda y el mercado inmobiliario, ya que brinda la seguridad a todos los interesados en acceder a una vivienda digna y a los que deseen alquilar su inmueble”.

Sin embargo, el economista Iván Alonso identificó un problema a corto plazo: un aumento de precios derivado del exceso de demanda.  Declaró que “la esencia del programa, en cualquiera de sus dos versiones, es un subsidio equivalente al 30% del alquiler mensual que paguen los beneficiarios. Si un beneficiario paga 1.000 soles por un departamento, el ministerio le gira 300, de manera que solamente le cuesta 700. O, lo que viene a ser lo mismo, si antes estaba dispuesto a pagar 700 soles de alquiler, ahora, sabiendo que cuenta con el subsidio, estará dispuesto a pagar 1.000”. Considerando que este mismo escenario se dará para todos los beneficiarios, la demanda de viviendas comenzará a aumentar y como la oferta de estas no lo hará a la misma velocidad, los alquileres elevarán su valor. El economista, además, reconoce que es probable que el aumento de los precios, probablemente, se de en las propiedades de menor valor, las cuales son más accesibles para los jóvenes. Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía, también se cuestiona este problema y añade que, al incentivar un incremento del precio de los alquileres, se estaría perjudicando a los que no pueden acceder a este.

Por otro lado, el exviceministro de Economía, Enzo Defilippi, acató que también es posible encontrar un problema a largo plazo. En un primer momento estos programas de subsidios tienen un buen retorno de beneficio social; no obstante, de acá a cinco años la situación sería diferente. «Esto va a tener sentido si es que el ahorro alcanza para una cuota inicial de un programa de pagos que refleja la capacidad de la familia. Pero si esta requiere un subsidio hoy, ¿cómo sabes que no lo van a requerir después de cinco años?», cuestionó. Lo que se podría esperar del beneficiario es que en el transcurso de estos cinco años haya recolectado las herramientas necesarias para que continúe por sí mismo, pero el actual programa no garantiza que esto pase. Iván Alonso retoma este punto agregando que es posible que el objetivo de incentivar el ahorro para la compra de una vivienda no se cumpla, debido a que no hay garantía para comprobar que los beneficiarios juntarán los subsidios recibidos y los destinarán a ese fin.

Fuentes:

El Comercio (1) (2) (3)

Gestión (4)

Plataforma Digital Única del Estado Peruano (5)

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