Económica

La prolongación de la crisis cafetalera

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A pesar de que se considera al café peruano como uno de los mejores en calidad, la crisis que viene desde hace cinco años no parece reducirse. Esta vez la sobreoferta global y el sobrecosto de producción son los causantes de que las exportaciones se mantengan con tendencia a la baja.

El café se encuentra en una situación más crítica con el pasar de los años. A pesar de ser considerado uno de los mejores granos de exportación en el mundo, el precio internacional se encuentra con tendencia a la baja, la falta de competitividad local se hace cada vez más presente y
los costos de producción aumentan cada vez más.

El problema cafetalero se encuentra vinculado a la sobreoferta global del comodity, según el gerente general de Central Café y Cacao, Geni Fundes; el cual se complica en el Perú debido a diversas variables internas. Se consideran entre ellas al envejecimiento de la mano de obra, el poco acceso a asistencia técnica, insumos y financiamiento para la producción. Se ha declarado que, la inversión financiada para la producción de café no viene de entidades públicas ni de la banca privada, al contrario, son los mismos ahorros de los pequeños productores.

“Miles de productores están abandonando los cafetales debido a los bajos precios, incremento de costos de producción y desorden en la promoción que realizan las entidades públicas, tanto del gobierno central, como gobiernos regionales y municipalidades”, comunicó Tomás Córdova,
presidente de la Junta Nacional del Café.

Los datos indican que, en el año 2019, el sector cafetalero cayó en volumen de exportaciones en un 11.43 %, mientras que la cosecha fue un 3 % menor al año anterior. Lorenzo Castillo, gerente de la Junta Nacional del Café, reconoció lo expresado por Tomás Córdova y añadió que el año 2019 se presenció una mayor crisis social y desanimo en las familias productoras, debido a los bajos precios y al sobrecosto creciente, causado principalmente por los desórdenes climáticos.

“Para el 2020 estamos viendo el escenario y la producción podría ser incluso menor todavía. Ojalá llegáramos a 5 millones 600 mil quintales, pero hay menos abono, más abandono y oportunidades que se han debido desarrollar y no han sido posibles”, declaró Castillo.

Sin embargo, frente a esta problemática, se propuso como solución cambiar el foco de consumo al mercado interno, en el cual se piensa variar con respecto al tipo de café comercializado; es decir, se apostará por los cafés de especialidad o el café orgánico, cuya valorización es superior. De la misma manera, la Organización Internacional del Café recomendó alentar el consumo local de los países productores. Desde estas recomendaciones, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo inició campañas que incentivarían el consumo nacional de café; no obstante, al ser la tasa de esta muy baja, se complementó con ferias en EEUU, Europa y Emiratos Árabes.

Fuentes:

El Comercio (1)

InfoMercado (2)

La República (3)

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