Económica

La Zona Libre de Shangái: un primer año insatisfactorio

Compartir en:
Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Hace poco más de un año, el primer ministro chino Li Keqiang aperturó la Zona Libre de Shanghái como parte de la reforma financiera que se está implementando en el país.  Sin embargo, el primer año de su funcionamiento ha sido catalogado como decepcionante por muchos.

No es secreto que el primer ministro chino está en le búsqueda de reformas financieras importantes.  Su reforma más atrevida hasta el momento fue crear la Zona Libre en Shanghái, cuyo objetivo es crear un área en la que funcione el mercado sin intervención del gobierno en los aspectos financieros y comerciales.  De acuerdo a los medios chinos, este primer año ha sido un rotundo éxito: se han instalado más de 12 mil empresas extranjeras y nacionales en la zona.  Más aún, resaltan el hecho de que se aperturarán nuevos mercados para comercializar commodities, como el oro y el petróleo.

No obstante, las empresas de la zona han mostrado su decepción en cuanto al funcionamiento de esta área.  Algunos expertos inclusive afirman que este experimento del gobierno chino está destinado al fracaso rotundo y que presenta un riesgo demasiado alto para el mercado interno de dicho país.  La mayoría de los empresarios que han abierto sedes indican que fueron convencidos por el gobierno central para hacerlo.  Señalan además que las operaciones y los procedimientos que deben realizar en esta supuesta zona no son tan distintas que aquellas que deben seguir en las demás zonas de la China.

El primer ministro, por su parte, ha mostrado mucha disconformidad con la velocidad de implementación de las reformas. Insiste en que se deben eliminar las restricciones sobre casi 139 industrias en la zona libre y que los oficiales deben acelerar los procesos para que la zona sea totalmente libre cuanto antes.  El mayor problema que enfrenta es frente a los reguladores chinos, quienes insisten en que esta reforma es muy peligrosa para la economía china en conjunto.

Fuente: The Economist

Artículos recientes

Suscríbete a nuestro boletín

No te pierdas nuestras últimas publicaciones.

Artículos relacionados