Autores: Benny Paucar y Maite Salazar.
Con el fin de promover un espacio de análisis, reflexión e investigación en Economía y dada la presente pandemia y su impacto en el diseño de políticas para nuestro país, durante el día 6 de noviembre del presente año se llevó a cabo el evento “Perú y la Covid 19: Políticas económicas actuales y propuestas para el futuro”, con motivo de la presentación de la XI Edición de la Revista Económica. La presente edición, tuvo la participación de distinguidos ponentes: Edmundo Beteta, Fredy Vargas, Andrea Fernández y José Uzuriaga, quienes presentaron y analizaron sus respectivos artículos.
En primer lugar, Fredy Vargas Lama resaltó el impacto del COVID-19 en el Perú y sobre cuáles serían las condiciones de vida de Perú después de la gran caída de casi 40% del PBI. En ese sentido, mencionó que se estima un retorno económico similar a la del año 2019 en el primer trimestre del 2022 con un 2021 todavía afectado. Sin embargo, esta estimación se encuentra condicionada por tres factores fundamentales; primero, que no pase nada con la constitucionalidad y que el presidente (Martin Vizcarra) continúe su mandato hasta julio; segundo, que en las elecciones de julio no haya ninguna disrupción, es decir, dependerá de a quién elijamos como nuevo presidente y; tercero, que la vacuna llegue al país en el primer trimestre del 2021. Debido a estos 3 factores se podría lograr un crecimiento entre 8 a 10 puntos el próximo año.
Asimismo, el confinamiento en los próximos marcará la actividad económica, al menos, el primer trimestre del 2021 y con ello lo que resta del año. También, señaló que en el largo plazo se debe trabajar en una institucionalidad sólida, en la calidad de servicios públicos para la población, pobreza multidimensional e inequidad, la informalidad económica y del empleo; sobre todo, enfatizó en que debemos tener una visión de largo plazo como país que incorpore dentro de sus bases el desarrollo territorial y la necesidad de una real acción colectiva.
En segundo lugar, Edmundo Beteta expuso parte del artículo redactado junto a Oliver Elorreaga “En busca de un seguro público de salud comprador: el caso del SIS”. En el menciona que la política de salud es social, porque debe mejor equidad y es, también, política económica, ya que en el sentido de eficiencia tiene impacto en la productividad y en el crecimiento. Asimismo, realiza un marco teórico básico de economía de la salud, en la que recuerda al lector que un seguro de salud gestiona y administra riesgo de los afiliados, ya que comprar significa que el seguro puede hacer un aporte a la eficiencia y equidad, elegirá qué hospitales contratar para que atiendan a sus afiliados y diseñará incentivos adecuados.
De ese modo, se cuestiona sobre ¿cómo hacemos al Seguro Integral de Salud un comprador más efectivo que hoy? Por lo que menciona 5 principios conceptuales (desarrollo de la función rectora de salud, prioridades explícitas en la prevención y atención de la salud, poder efectivo del comprador, mecanismos de pago adecuados y capacidades organizacionales) para entender la brecha en términos cualitativos y sobre los desafíos que tiene el SIS como principal institución del Perú en este sector para ser más potente en su rol de financiamiento. También, presentó el caso del SIS, en el cual resaltó la debilidad de la función rectora, indefinición de las prioridades del sistema de salud, insuficiente poder para la función de compra, fallas en implementación de mecanismos de pago y desempeño de la función de financiamiento en Perú. En ese sentido, concluyó su ponencia con un mensaje “un seguro es para dar cobertura financiera y eso está fallando por un problema institucional”.
En tercer lugar, tuvimos la participación de Andrea Fernández, quien presentó su articulo “Análisis de la estabilidad financiera y uso de la política macroprudencial antes y durante la crisis del COVID-19 en el Perú”, dando a conocer su opinión acerca del rol que tiene la política macroprudencial en la presente crisis. La política macroprudencial está diseñada para incrementar la capacidad de absorción de perdida de los bancos y así mitigar el riesgo sistémico, evitando una amplificación procíclica de los shocks, a fin de preservar la estabilidad financiera. Para ello, la metodología utilizada es el Z-Score, la relación inversa con la probabilidad de insolvencia de una entidad, que permitirá medir el nivel de estabilidad del sistema financiero peruano antes y durante la pandemia. Se pudo constatar una tendencia creciente del Z-Score antes del COVID-19 debido a la acumulación de capital y la amplia capacidad para afrontar perdidas. Sin embargo, durante la crisis del COVID-19, existe una caída del Z-Score desde marzo del presente año, debido a las menores tasas de interés y el riesgo de mercado.
Por último, José Uzuriaga muestra en “Movilidad urbana frente al COVID-19” las medidas de política en transporte frente a la presente pandemia. Debido a que las unidades debían ocupar como máximo el 50% de la capacidad vehicular, esto trajo consigo una menor recaudación tarifaria por parte de los transportistas y por ende, un incremento de tarifas. En este escenario, el Gobierno Nacional ha implementado subsidios y ciclovías temporales. Asimismo, se presentaron las limitaciones del transporte reformado no integrado, las cuales son trabajadas por la ATU para una interacción mas cercana y eficiente a sus operadores. Para ello, se menciona que los subsidios otorgados por el Gobierno Nacional deben ser reformulados y aplicados bajo los parámetros actuales. Además, se debe dar un mayor énfasis a la adecuada provisión de seguridad para los ciclistas, mediante planificación de la ATU y la MML al momento de la ejecución de ciclovías que se pueda integrar con el transporte público.
En conclusión, nuestros invitados coinciden en el impacto negativo que la COVID-19 ha generado a diversos sectores del Perú, por lo que será necesario mejorar el diseño de las políticas económicas e implementar otras nuevas que apoyen y refuercen al crecimiento y recuperación del país en conjunto.