Tras diversos sucesos de distinta índole que han afectado a la economía del país en los últimos años, es necesario analizar cómo estos la han afectado y qué se espera del país en el futuro próximo. Además, también es necesario comparar estos resultados con aquellos pasados. Por ello, el presente trabajo hará una revisión empírica acerca de las expectativas macroeconómicas que analistas económicos, el sistema financiero y empresas no financieras tienen acerca del país utilizando datos provenientes por el BCRP, además de literatura realizada por distinguidos académicos sobre la situación macroeconómica en la que se encontraba el país.
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), desde su fundación en marzo de 1922, tiene como principal finalidad preservar la estabilidad monetaria del país, por lo que una de sus actividades es informar periódicamente sobre las finanzas nacionales. Siguiendo esa línea, este trabajo busca realizar una revisión empírica acerca de las expectativas macroeconómicas para el país utilizando los datos que la institución brinda por medio de sus informes. Estos datos toman en cuenta la opinión de analistas económicos, el sistema financiero y empresas no financieras. Asimismo, se hará uso de literatura realizada por académicos especializados en el tema. Se empezará por un recuento de la situación macroeconómica del país a lo largo de estos últimos 20 años. Después se hablará sobre las expectativas que se tienen del país.
En primer lugar, es necesario saber en qué situación se encontraba el país antes de la gran crisis del Covid-19. Tras un periodo de boom de commodities, el Perú tuvo su periodo de mayor crecimiento en términos reales, teniendo una tasa de crecimiento de entre 6% y 9%. Este periodo se dio principalmente entre los años 2003 y 2013, tomando como excepción el año 2009 cuando ocurrió la Crisis Financiera Global (CFG). A partir del año 2014, la tasas de crecimiento del país fueron alrededor de 3%, ya que se presentó una disminución en el precio de los commodities, lo cual afectó fuertemente a la economía peruana (Ortiz y Winkelried, 2022).
Los grandes problemas económicos que se presentaron durante la pandemia no surgieron iniciada esta, sino que, como mencionan Ortiz y Winkelried, la economía peruana ya venía sujeta a una serie de choques cuyos efectos fueron mayores ocurrida la crisis. El Perú se caracteriza por ser un país exportador, por lo que la desaceleración del crecimiento que China venía teniendo redujo la demanda internacional por los commodities (2022).
Antes de la crisis sanitaria, el Perú no contaba con un alto endeudamiento, presentaba bajas necesidades de financiamiento y altas reservas para pagar la deuda. Con todo esto, se puede constatar que el país se encontraba en una posición adecuada para enfrentar la crisis financiera que el Covid-19 iba a generar. La experiencia con la CFG en la que el Perú se mostró fuerte a nivel macroeconómico daba tranquilidad para afrontar la nueva crisis que se venía. Sin embargo, la CFG fue muy diferente a la pandemia, ya que la primera fue muy profunda, pero también duró muy poco tiempo.
Fue con esta crisis sanitaria que los factores estructurales deficientes salieron a la luz. Ortiz y Winkelried realizan una clara comparación con otros países. Como se muestra en la figura 1.1, la tasa de ahorro del Perú es claramente baja. Este nivel de ahorro genera que la inversión y el crecimiento se vean limitados en los tiempos en que se sufre una recesión económica. Asimismo, la figura 1.2 nos muestra el nivel de informalidad empresarial. Lamentablemente, el Perú también se caracteriza por contar con un enorme nivel de informalidad, lo que genera que los impuestos tengan un bajo índice de recolección. ¿Qué tan grave es esta situación? Cuando se desea hacer expansiones de gasto contracíclico, es necesario contar con una gran flexibilidad para realizar estas expansiones, y esta se brinda con una sólida profundización fiscal que pueda recolectar los impuestos de forma eficiente.
Con todo lo mencionado, la fortaleza macroeconómica peruana está siendo afectada por las deficiencias estructurales que presenta, por lo que su rendimiento durante la Covid-19 no fue del todo buena. Sin embargo, no se debe desmerecer el gran trabajo que se ha venido realizando en materia macroeconómica para controlar las diversas crisis que se han presentado desde inicio del siglo.
Figura 1
Figura 1.1. Tasa de ahorro (Ahorro nacional como % del PBI)
Figura 1.2. Informalidad empresarial (Índice)
En segundo lugar, el BCRP tiene una gran labor en la política monetaria con el fin de mantener la estabilidad económica en el país, pero no solo se limita a eso. Mediante informes, da a conocer los valores que están tomando las distintas variables macroeconómicas en el país. Es por ello, que este apartado desarrolla las expectativas que se tienen para el 2023 y 2024 de estas variables.
Para que un país goce de una buena salud fiscal, es recomendado que sus niveles de inflación fluctúen entre 1 y 3% y eso es lo que el BCRP trata de mantener manejando la tasa de interés. De acuerdo con la última encuesta realizada por el BCRP y como se puede apreciar en la figura 2.1., la expectativa de inflación para el presente año (2022) habría sido elevada en 0.5%, de 5.5% a 6%. Sin embargo, para los próximos dos años, 2023 y 2024, las expectativas son decrecientes: entre 3.6% y 4% y entre 3% y 3.8%, respectivamente. La expectativa de inflación a 12 meses, para el promedio de analistas económicos y del sistema financiero, subió de 4,62% en abril a 4,89% en mayo (2022). Una baja en la tasa de inflación no significa una disminución de los precios, estos seguirán aumentando, solo que ya no lo harán de una forma tan abrupta como está sucediendo hoy en día. Esto beneficiará sobre todo a las familias de los sectores más pobres del país, ya que podrán tener mayor acceso a los bienes básicos que requieren.
Por otro lado, en la figura 2.2., la expectativa de crecimiento del PBI para 2022 se ubicó entre 2,5% y 3%; y para el siguiente año, el rango está situado entre 2,6% y 3%. Para 2024, las expectativas de crecimiento se sitúan entre 3% y 3,2%. Este aumento del crecimiento del PBI se traduce en mayor actividad laboral, lo que aumentaría la oferta laboral que fue fuertemente disminuida debido a la crisis sanitaria del Covid-19 (BCRP, 2022).
Asimismo, la expectativa de tasa de interés de referencia para analistas y entidades financieras se incrementó a 6% para el 2022. Para 2023, de igual forma, los analistas mantienen sus expectativas en 4,5%; mientras que las entidades financieras aumentaron sus expectativas a 5%. Sin embargo, para 2024, los analistas y las entidades esperan tasas más bajas, de 3,75% y 4%, respectivamente (BCRP, 2022). Todo esto se puede constatar en la imagen 2.3. Esta baja de la tasa de interés significa mayor inversión privada, factor que se había visto muy reducido desde el año 2020 y que es determinante para la economía de un país.
Como se puede observar, las expectativas para los próximos dos años de estas variables son positivas. Tomando en cuenta las 3 variables que se están viendo en mejora, se puede deducir que los niveles de desempleo y descontento social se verán reducidos, así como un aumento de inversión privada y estabilidad financiera. Si bien estos números esperados no son comparables con economías más avanzadas en el mundo ni con los grandes booms que presentó el país anteriormente, sí reflejan la gran fortaleza macroeconómica del país para solucionar sus crisis. Esto no solo beneficiará a empresarios y trabajadores, sino al país en su conjunto que ha venido sufriendo en los últimos dos años.
Figura 2
Figura 2.1.
Encuesta de expectativas macroeconómicas: Inflación (%)
Figura 2.2.
Encuesta de expectativas macroeconómicas: Crecimiento del PBI (%)
Figura 2.3.
Encuesta de expectativas macroeconómicas: Tasa de interés de referencia del cierre de año
En síntesis, es posible sustentar mediante lo evaluado en el presente trabajo que el país a lo largo de estos últimos años ha venido manteniendo y resaltando su fortaleza macroeconómica, pero que sin embargo tiene ciertas deficiencias estructurales que no le permiten desarrollar todo este potencial. Esta fortaleza macroeconómica no vino sola, sino que el gran trabajo del BCRP ha permitido que esta se mantenga y pueda contrarrestar las adversidades que la economía peruana ha venido presentando. Asimismo, las expectativas a futuro nos presentan un futuro optimista. Si bien es cierto, los números no son sorprendentes ni proyectan una mejora sustancial con respecto a otros años, sin embargo, sí muestran que la mejora del país se está presentando y que esta es continua con el paso del tiempo. No se debe retroceder en ese aspecto y, sobre todo, se deben solucionar estas deficiencias mencionadas para que la fortaleza macroeconómica sea completa y suficiente.
Referencias Bibliográficas
BCRP (2022). NOTAS DE ESTUDIOS DEL BCRP. https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Notas-Estudios/2022/nota-de-estudios-39-2022.pdf
Ortiz, M., & Winkelried, D. (2022). Hitos de la reforma macroeconómica peruana 1990-2020: la recompensa de los tamias. https://repositorio.up.edu.pe/bitstream/handle/11354/3332/OrtizWinkelried2022Cap14.pdf?sequence=1&isAllowed=y