Asistencia ofrecida por el gobierno a las EPS mejoran sus indicadores financieros. La consolidación de estas dependerá de la gestión operativa.
Durante buen tiempo, las Empresas Prestadoras de Servicio de Saneamiento(EPS) venían mostrando márgenes financieros negativos y además de constantes críticas a los municipios por la gestión de este tipo de empresas. Recordemos que existen 50 EPS distribuidas a lo largo del país y son de propiedad pública.
Ante tal situación, el estado peruano decidió intervenir 19 de ellas,de las cuales 6 de ellas presentaban márgenes negativos al final del 2018. Afortunadamente,estas últimas lograron revertir su situación y se espera que el resto logre el mismo resultado para fin de año. Sin embargo, lo que se busca es que estas empresas mantengan estos indicadores constantes y no caigan. Para ello, será necesario que las EPS dejen de depender de subsidios y transferencias presupuestales por parte del gobierno, lo cual se logrará con una sólida administración interna que mejore su ejecución y con la mejora en las tarifas de agua que sostengan sus planes futuros de inversión. Esta postura lo sostiene Oscar Pastor Paredes, director ejecutivo del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (Otass): “Ya tenemos seis EPS positivas. Esto debe ser constante. No queremos que tengan hoy indicadores positivos y mañana se caigan”.
¿En qué momento ocurrió el cambio?
En el 2013, los municipios dejaron de tener el rol de gestores sobre la EPS, el cual fue asumido por la Otass. De este modo se esperaba que la Otass permita que operadores privados participen dentro de la gestión , pero esta propuesta fue derogada en el 2015.
Dentro de ese contexto, se buscó que las EPS tengan cambios importantes dentro de la gestión. Los principales cambios se dieron en la estandarización de procesos, recorte de gastos y compras corporativas y transferencias de presupuesto (estas ultimas sumaban cerca de S/311 millones en los últimos dos años). Además, de estos cambios fue fundamental los catastros comerciales, es decir las bases de datos que vincula información de clientes , predios y conexiones. Estos permitieron identificar conexiones clandestinas.
A las seis EPS que ya revirtieron su margen operativo negativo se sumaría seis este año, como las de Pisco e Ilo. Según Otass, el flujo de caja —entradas y salidas de dinero generado por el mismo negocio— de todas las EPS está en positivo. “El flujo de caja depende de la capacidad de venta, cobranza y gestión de pagos. Una empresa que permanentemente tiene caja libre positiva va a tener un margen operativo positivo, pero se debe considerar la depreciación”, argumenta el economista Jorge Carrillo, profesor de Pacífico Business School.
Finalmente, la consolidación de las EPS parece ser el camino para su sostenibilidad, para ello es necesario seguir fortaleciendo su gestión corporativa y poder resolver problemas en la transferencia a la hora de realizar contrataciones con proveedores. Así mismo, estas mejoras tienen que estar acompañadas con tarifas que garanticen la sostenibilidad a largo plazo, orientadas a la mejora de la infraestructura. Por ejemplo, Sedapal -la EPS más importante del país- está implementando el ajuste de su tarifa para el 2020, que implica alzas. Además, tres EPS intervenidas están elaborando sus estudios tarifarios finales, de acuerdo a Sunass. No obstante, si las EPS no mejoran su capacidad de ejecución —el año pasado solo se ejecutó el 31% del presupuesto— no podrán mejorar sus servicios de agua y saneamiento.
Fuente:
Semana Económica (1)
OTASS (2)
Conexion Esan (3)