El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene una relación tensa con el Gobierno del presidente Trump debido a choques de ideas sobre distintos puntos importantes de la economía estadounidense y mundial.
Christine Legarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), habla sobre el riesgo existente de la estabilidad financiera actual debido a distintas medidas planteadas por parte del gobierno de Donald Trump, presidente actual de Estados Unidos, sobre su economía. Antes de las elecciones presidenciales, el candidato republicano, planteó la implantación de una economía proteccionista (usando la frase “compra americano, contrata americanos») que fue apoyada por varios inversores de Wall Street. Una reforma fiscal, un repliegue de la regulación económica y el aumento del gasto en infraestructuras fueron propuestas bien recibidas por estos inversores.
El FMI presenta ciertas discrepancias respecto a las políticas planteadas por el presidente Trump. Por ejemplo, con respecto a un giro hacia el proteccionismo, el FMI, dice que “podría enfriar el crecimiento y el comercio mundial, entorpecer los flujos de capital y empañar el optimismo de los mercados”, pero al mismo tiempo trata de mantener una buena relación con este país elogiando su plan de inversiones en infraestructura.
Según el gobierno de EE UU, el abandono de su país al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), se debe a que este no genera los beneficios esperados para su país. En relación a este tema, Legarde considera que “abandonar de una manera unilateral y sin coordinación regulaciones mutuamente establecidas conducirá a una fragmentación financiera y reavivará la carrera de mínimos en el ámbito regulatorio”.
Otro punto de discrepancia es el apoyo a otros países que se encuentran en crisis económica. El caso más alarmante es el de Grecia en donde el gobierno de Trump “será más reticente a apoyar la utilización de recursos del FMI en Grecia”, según Nathan Sheets, ex subsecretario para asuntos internacionales en el Departamento del Tesoro. Por su parte, el FMI mantiene su compromiso de ayudar al país y que para ello deberá convencer a la Casa Blanca de que se trata de algo necesario.
A pesar de que el FMI sostiene la existencia de “incertidumbres” con respecto al programa económico de Estados Unidos, mantiene una previsión sobre el crecimiento del PBI estadounidense de 2.3% para este año, siendo el mismo al pronosticado antes de que Donald Trump asumiera su cargo como presidente.
Fuentes:
Gestión (1)
El País (1)