Con el fin de planificar acciones estratégicas orientadas a la conservación medio ambiental y promover el uso sostenible de recursos naturales del país en los próximos años, el Gobierno central aprobó, en el año 2019, la Agenda Nacional de Acción Ambiental al 2021 – Agenda Ambiental al Bicentenario (ANAA).
Los desafíos ambientales más importantes del Perú se encuentran relacionados con la reducción de los costos sociales por degradación ambiental, la vulnerabilidad frente al cambio climático, la pérdida de los servicios ecosistémicos y el tránsito hacia una economía más desarrollada e inclusiva socialmente baja en carbono junto con el fortalecimiento de la institucionalidad ambiental en los diferentes niveles de gobierno y sectores de la sociedad. En ese sentido, el Ministerio del Ambiente (2018), a través de la ANAA, busca corregir y mejorar oportunamente las decisiones, programas, proyectos y actividades ambientales.
Situación ambiental actual y objetivos de la agenda ambiental
Para la elaboración de la agenda ambiental y precisar sus prioridades se tomó en cuenta la situación ambiental actual del país. En esa instancia, entre los principales puntos que se han tomado en consideración se encuentran el crecimiento verde y economía ambiental, los bosques y deforestación, los recursos genéticos y bioseguridad, y la gestión de riesgo de desastre.
La economía peruana busca orientarse hacia un crecimiento verde bajo en carbono, como eje de articulación e integración de las políticas ambientales y sociales para un crecimiento sostenible. En los últimos años se ha visto un incremento en la formulación de proyectos de inversión pública (PIP) relacionados a la conservación y recuperación de ecosistemas, especies y servicios ecosistémicos, con un incremento del 47,55% en el año 2014 y del 39,82% en el 2015. El número de PIP ejecutados en el 2014 fueron 173, mientras que en el 2015 fueron 246.
Con respecto a los bosques, el Perú, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (2015), es uno de los diez países del mundo con mayor superficie de bosques y, de acuerdo al Mapa Nacional de Cobertura Vegetal (2015), estos constituyen el 56.1% del territorio nacional. Asimismo, los bosques peruanos constituyen una reserva importante de carbono a nivel global, debido a su extensión, sin embargo, su deforestación es alta y se viene incrementando de manera acelerada, generando el 51% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Entre el 2001-2006 alcanzó 1 974 208 hectáreas y cada año la deforestación es mayor y para el 2016 se registró 164 662 hectáreas deforestadas, 8 200 más que en el 2015. Por tal razón, se busca reducir la tasa de deforestación el 20% para el 2021.
Por otro lado, en relación a los recursos genéticos y bioseguridad, de acuerdo al MINAM (2014), el Perú es reconocido como uno de los centros mundiales de origen y diversidad de recursos genéticos de plantas y animales, incluyendo algunas de importancia mundial para la alimentación como la papa y el tomate. Las principales amenazas son el contacto con los Organismos Vivos Modificados (OVM) con las especies exóticas invasoras, ambas son identificados como elementos negativos para la agrobiodiversidad, ya que pueden alterar el ecosistema hasta hacerlo desaparecer. Es por ello que se busca fortalecer el acceso y la distribución de beneficios por la utilización de recursos genéticos a la población.
También se tomó en consideración la gestión de riesgo de desastre. El Perú se caracteriza por tener ocho regiones naturales: chala o costa, yunga, quechua, suni, puna, janca o cordillera, selva alta y selva baja, con diversidad de climas y microclimas. Asimismo, los eventos extremos que se presentan en el país son de carácter meteorológico y climático. Entre los eventos extremos meteorológicos destacan los friajes, que afectan directamente la selva, y entre los eventos extremos climáticos, destacan las heladas, sequías, el Niño y la Niña, por lo que se busca mejorar la gestión del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (Sinagerd) para contribuir en la reducción de la vulnerabilidad de la población y sus medios de vida ante el riesgo de desastres.
A manera de conclusión, se puede ver que el Gobierno está tomando mayor consideración al sector ambiental, ya que con el paso de los años es cada vez más notoria su relevancia para el desarrollo del país. Asimismo, el hecho de que forme parte de una agenda al bicentenario muestra que se busca mejorar diversos aspectos ambientales, como la reducción del consumo de carbono, la deforestación, los desastres naturales y el cambio climático, que hoy en día son un problema y perjudica el bienestar de la población. En ese sentido, se espera que se pueda cumplir los objetivos propuestos por la ANAA y se promueva un desarrollo ambiental sostenible para el país.
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Fuentes:
El comercio (3)
FAO (4)
Mapa Nacional de Cobertura Vegetal (5 )
ANAA (6)