La economía nacional puede verse afectada por la crisis política que se origina debido a la disputa entre el poder ejecutivo y el legislativo. En este contexto, la inversión privada y la confianza empresarial pueden estar siendo perjudicados gravemente. Otros indicadores como el precio del dólar, el empleo y el precio de alimentos no se encontrarían tan trastocados por los recientes sucesos.
El 27 de Setiembre, el presidente Martín Vizcarra anunció la ejecución de la cuestión de confianza dirigido hacia el Congreso de la República. Este suceso provocó un ambiente de incertidumbre política, pues se podían dar tres posibles escenarios. En el primero, el congreso aceptaba y le otorgaba la confianza al presidente. Si el congreso se negaba, el gabinete de ministros tenía que renunciar y el presidente nombraba un nuevo consejo. Por último, si se negaban por segunda vez el presidente podía disolver el congreso y convocar elecciones congresales en los próximos cuatro meses.
Posteriormente, dado que el congreso no se pronunció ante el presidente, Martín Vizcarra el día 30 de Setiembre anuncia la disolución del congreso. En consecuencia, esta medida provocó un ambiente de crisis política. Los congresistas se aferraron a sus puestos de trabajo y suspendieron al presidente de sus labores para nombrar a Mercedes Aráoz como la nueva presidenta constitucional. Por otro lado, las fuerzas armadas y policiales del Perú reafirmaban a Vizcarra como el único presidente vigente. En resumen, hubo un enfrentamiento político directo entre el poder legislativo y ejecutivo.
Mientras el ambiente en la política peruana se encontraba inestable, un grupo de economistas ya proyectaba algunas bajas en la dinámica de la economía nacional. Cuando se anunció el planteamiento de la cuestión de confianza el ex ministro de economía y finanzas, Alonso Segura, opinó en cómo podría perjudicar las tensiones políticas a la economía. Él mencionó que el clima de incertidumbre posterga la toma de decisiones en inversión y contratación. De esta manera, la inversión privada sufriría una desaceleración y con ella la confianza empresarial también sufriría una decaída. Más tarde, después de la disolución del congreso, el economista Defilippi concluyó, también, que los proyectos de inversión probablemente sean pospuestos hasta tener un panorama político más estable. Por último, con respecto a la confianza empresarial, el economista del BBVA Research, Francisco Grippa, sustenta que este indicador se debilitaría aún más que en los últimos meses.
Asimismo, Segura proyecta que el crecimiento económico apenas llegaría a un 2,5%, aun cuando el Ministerio de Economía y Finanzas proyectaba un 3%. Esta desaceleración de la economía no originaría los suficientes puestos de trabajo formales, de modo que habría un aumento en la demanda de puestos de trabajo de categoría informal. Así, el lado del empleo se vería también perjudicado.
Por otro lado, los economistas Armando Mendoza y Farid Matuk no estarían de acuerdo con las predicciones de los especialistas mencionados anteriormente. Ellos afirman que la inversión no se vería afectada, ya que el país ya ha enfrentado otros escenarios políticos complicados -como el de la elección de Ollanta Humala como presidente- donde la economía no se vio perjudicada. También, ven con optimismo el crecimiento de la economía en un 2,7% y afirman que este porcentaje ligeramente bajo no tendría ninguna relación con la tensión política en el país. Mencionan, además, que no debería haber preocupación acerca de la inflación, ya que, aunque aumentó en un 0,01%, se sigue manteniendo dentro del rango del BCR. Y que el precio del dólar tampoco se vería afectado a menos que sea por algún factor internacional, como la guerra comercial entre EEUU y China. En síntesis, ellos afirman que la crisis política no tendría mayor efecto en la economía nacional.
Finalmente, se pone en evidencia la existencia de opiniones divididas acerca de cómo la crisis política podría afectar a la dinámica de la economía peruana. Mientras un grupo de profesionales predice una situación relacionada a una ligera recesión en el país, otros no ven la crisis política como un factor determinante en la economía.
Fuentes:
El comercio (1)
BBC (2)
La República (3)