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Primer Debate Económica “¿Roba, pero hace obras?”

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El pasado 3 de octubre, el equipo de Económica realizó con gran éxito el primer proyecto piloto de “Debates Económica” con el tema “¿ROBA, PERO HACE OBRAS?: Un análisis desde la perspectiva económica de la tolerancia de los ciudadanos hacia la corrupción”, contando con la grata participación del profesor Edmundo Beteta.

Frente al contexto de las elecciones regionales y municipales 2014, el equipo de “Debates Económica” conformado por Rodrigo García, Karla López, Santiago Zevallos y Adriano Varona, organizaron el primer piloto de debate cuyo tema fue: “¿ROBA, PERO HACE OBRAS?: Un análisis desde la perspectiva económica de la tolerancia de los ciudadanos hacia la corrupción.”

Para esta edición, se contó con la participación del profesor Edmundo Beteta, docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú y actual director del  Centro de Investigaciones Sociológicas, Económicas, Políticas y Antropológicas (CISEPA).

A continuación, presentamos el resumen de lo que fue este primer intercambio de ideas.

Profesor Beteta:

Se cree que aun teniendo información de expertos y encuestas internacionales, no podemos aproximarnos a los montos exactos que se pierden por la corrupción, pero el problema de fondo es mayor que esto, porque finalmente no se analizan las externalidades que resultan en estas desviaciones de fondos.

Es importante resaltar que la palabra corrupción viene del latín corruptus, que significa quebrantar reglas o transgredir normas.  Por esto, la corrupción se puede dar a todo nivel de interacción humana.

Además, señala que el problema debe analizarse desde dos aristas: la demanda y la oferta.  La demanda no logra unirse para luchar efectivamente contra la corrupción.  No se dispone de la información adecuada y esto crea problemas para la formación de opinión de los votantes.  Todos están convencidos de que todos los políticos roban y que es menos malo uno que roba y hace obra que beneficie a la población.  En todo caso, el votante mediano no es corrupto, pero por la falta de información, optan por aceptarla.  Desde el lado de la oferta, los políticos buscan maximizar el beneficio propio; es decir, no tienen dosis de vocación de servicio público.  En la valoración de la función objetivo, resulta que muchos ven que es beneficioso que sea corrupto por diversos motivos, entre los cuales están el mal funcionamiento de entidades reguladoras, falta de organización de los votantes, entre otros.  Hay más posibilidades y es más sencillo corromperse y también corromper al ciudadano.

En este contexto, el votante promedio decide por lo menos malo, y aceptan la corrupción como un hecho natural.  Para poder resolver este problema,  la iniciativa debe venir por el lado de la demanda, ya que es más sencillo porque estos tienen más incentivos de mejorar el sistema.”

Rodrigo García:

“Los políticos siempre buscan entregar obras físicas; es decir, la obra se entiende como un bien concreto, no como un servicio.  Se busca maximizar los votos para la reelección., pues existe una versión cortoplacista que la misma población comparte.  Preocupa que se busque maximizar los votos pero no servir a la población.  ¿Los partidos políticos podrían cambiar esto?”

Santiago Zevallos:

“Debemos preguntar: ¿cómo estamos a nivel regional?  ¿Los niveles de corrupción son mayores?  ¿Es posible plantear alternativas para remediar esto?  Es difícil creer que el aumento de presupuesto no se ha traducido en una mayor proliferación de obras de impacto, pero más bien sí han aumentado obras menores y se ha incrementado la tentación de robar, ya que existe mayor rentismo a esto”

Adriano Varona:

“Yo quiero ponerle más énfasis por el lado de la oferta. Los partidos o agrupaciones políticas que se presentan no son continuos en el tiempo.  Asimismo, los trabajadores del Estado no se ven como servidores públicos, sino más bien como funcionarios: simplemente están para trabajar y hacer que el sistema funcione, aún si ellos observan irregularidades dentro del trabajo de los funcionarios  directivos.  En el peor de los casos, entra una persona para cambia esto, pero el aparato estatal termina por minar estos pequeños intentos.”

Alfredo (público):

“Los informales no pagan impuestos; ergo, no les roban sus impuestos en obras.  Esto hace que sean indiferentes al tema de la corrupción, porque no es su plata.  Esto los hace tolerantes a la corrupción.”

Percy (público):

“Existe una visión muy individualista.  Cada uno busca lo que le conviene.  La frase es roba, pero hace obra para mí.  El objetivo del votante es que sea beneficiado directamente por las obras que esté realizando la autoridad.”

Carlos (Público):

“Por parte de la oferta, no existen incentivos para hacer políticas para combatir la corrupción, pues ellos mismos se benefician.  El sistema actual indicaría que el país no necesita partidos políticos o agrupaciones fuertes para funcionar.  La demanda es la que tiene el poder de cambiar esto.”

Glenn (Público):

“Los políticos nos han hecho ver que todos somos corruptos y que todo que entra al gobierno se corrompe.  Este mito debe romperse.”

Diego (Público):

“Existe un centralismo en la forma de analizar las causas, pues todo se ve desde el punto de vista de Lima.  La corrupción no ha cambiado, en algunos casos se sugiere que se ha empeorado.  Se cree que cerca del 2% del PBI anual se va en corrupción.”

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