La industria del petróleo en la Amazonia norperuana se vio altamente afectada por las protestas acontecidas hace dos semanas en Saramuro. Se paralizaron todas las operaciones ocasionando una pérdida en la producción diaria de petróleo. Además, se originó un ambiente de tensión entre los manifestantes y las empresas involucradas.
El pasado 11 de octubre un conjunto de pobladores liderados por Alex Huayllahua invadieron las instalaciones de la Estación 1 de Petroperú ubicada en San José de Saramuro. El grupo perteneciente al Frente de Defensa de Saramuro (FREDESA) obligó a los trabajadores a paralizar todas las actividades realizadas en el establecimiento y le reclamaron a la empresa peruana un pago con concepto de derecho de servidumbre. La razón detrás de esta movilización se encuentra en que el ducto por el que transportan el petróleo, desde el Lote 8 hasta la Estación 1, se desplaza por el territorio de la comunidad.
A raíz de esta situación, Petro-Perú activó su plan de conmoción social para evacuar a sus trabajadores y comunicó a las fuerzas policíacas para que controlen la acción de los protestantes. Luego, la empresa trató de dialogar con los representantes de la comunidad al citarlos el jueves 17 de octubre, pero ellos no aceptaban tener conversaciones con las autoridades si es que este dialogo no se realizaba en el mismo lugar del conflicto. Más tarde, con el pasar de los días, el accionar de los pobladores se volvió cada vez más hostil y amenazaban con incendiar o destrozar las instalaciones de la Estación 1.
No solo se han dado estas acciones en contra de la empresa petrolera sino también se han evidenciado otros tipos de agravios hacia la producción de petróleo. Por ejemplo, uno de ellos es el incendio provocado en el helipuerto y en las zonas aledañas a la Estación 1 en setiembre. También, el bloqueo del río Corrientes ocasionado hace más de 50 días con el fin de imposibilitar el transporte fluvial de equipos e insumos de las empresas petroleras.
Para las empresas de Petro-Perú y Pluspetrol las manifestaciones estarían causando perjuicios tanto a la productividad de las empresas como a los habitantes que dependen de la energía de esta actividad. Aproximadamente, por un día de paralización se perdería una producción total de 7,000 barriles de petróleo. También, se predecía que la ciudad más afectada por la duración de esta protesta sería Iquitos, dado que su fuente de electricidad depende del petróleo generado en la zona. De esta manera, la producción de petróleo estaría generando más que nada pérdidas a causa de las protestas actuales.
Vale mencionar que esta no es la primera manifestación que se da contra las empresas petroleras en esta zona, pues desde el 2016 los pobladores de los distritos de Urarinas y Parinari han sufrido constantes derrames de petróleo y a lo largo de los años han exigido mejoras en la salud, educación y remediación ambiental para los habitantes. Debido a esto, la zona de la Estación 1 ha sido lugar de recurrentes conflictos y discusiones entre los comuneros y las autoridades empresariales. Incluso, este último bloqueo sería el tercero que va en el año en la Estación 1.
Posteriormente, el día 22 de octubre las fuerzas policíacas recuperaron el control de las instalaciones y se reiniciaron las operaciones en el lugar. Se realizó un acuerdo entre FREDESA y los representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros, la Defensoría del Pueblo y la Segunda Fiscalía Provincial de Prevención del Delito de Loreto que permitió la correcta resolución del conflicto. Es así, que se evitó un retraso mayor en la producción petrolera.
No obstante, en vista de que ha habido varias protestas anteriormente no se descarta que haya una nueva en el futuro. Inclusive, se creyó por un momento en la posibilidad de que se paralice definitivamente la producción de petróleo en la Amazonia debido a los altos costos de reparación necesarios por los constantes atentados hacia el oleoducto. Lo que se espera es que si las empresas y el estado se ven involucrados en una nueva manifestación de este tipo se maneje la situación mediante un correcto diálogo con las comunidades para así evitar mayores pérdidas en el futuro.
Fuentes:
Canal N (1)
Diario La Región (2)
RPP Noticias (11)