Económica

Venezolanos entre cortes de luz y «hambre oculta»

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La actual situación de Venezuela se torna cada vez más crítica. Aunque el contexto económico es preocupante de forma casi generalizada, este país tiene como mayor opositor a su propio gobierno. Las medidas de Nicolás Maduro tienen un impacto social y político que detiene el posible proceso de solución para enfrentar los demás problemas. Una de las recientes polémicas es el programa de racionamiento eléctrico.

La decisión del racionamiento eléctrico adoptado por el gobierno venezolano se estableció como apoyo al enfrentamiento de la sequía del embalse Guri que brinda aproximadamente 63% de electricidad. Se realizan cortes del servicio eléctrico durante cuatro horas por 40 días. Cabe resaltar que según uno de los representantes del gobierno, los estados en los que se aplica la medida son veinte. A pesar de ello, la realidad que viven los venezolanos muestra la incongruencia de las declaraciones al respecto. Una de las críticas gira en torno a que desde antes del anuncio de esta acción algunas personas ya carecían de este servicio. Además, la crítica está relacionada a la disposición de los lugares en que se aplica el racionamiento; pues se demandan explicaciones por las que se escogieron determinados estados y otros no, Caracas por ejemplo.

Asimismo, el cuestionamiento se fortalece cuando se vislumbra el perjuicio económico que ocasiona. Las diversas actividades se ven detenidas y estropeadas por el recorte de energía eléctrica. El tiempo que empleaban las empresas se reducirá por no tener posibilidad de funcionamiento sin este recurso. Por tanto, su productividad se encontrará afectada e inevitablemente sus ganancias disminuirán. Incluso este podría ser un problema para los trabajadores, pues tener menos horas de trabajo justificaría una reducción de salario.

A parte de las críticas en torno a ello, se presenta un escenario en que salen a relucir la reflexión sobre el manejo de este sector a lo largo de los años en este país. Es por esto que surge la corrupción y la inadecuada inversión como los patrones que siguen para llegar a este cuestionamiento.

Por otro lado, resulta aún más preocupante la ausencia de una alimentación adecuada. Dos aspectos básicos se señalan en torno a ella: el no acceso a los alimentos y la calidad de la alimentación. Los venezolanos atraviesan por una situación de escasez de diversos recursos o bienes. Sin embargo, se agudiza cuando considera a quienes dependen de las entidades para alimentarse. Muestra de ello es el caso de los niños en la escuela Las Lomas ubicada en una zona rural, donde las porciones de comida que reciben son cada vez más reducidas y de menor calidad. Existe hambre oculta, pues hay desnutrición en quienes físicamente no lo muestran.

Lo descrito en esta nota es solo una parte de toda la crisis general que atraviesa Venezuela. Sin embargo, las declaraciones del presidente parecen alejadas de la realidad, al afirmar que sí existe acceso a bienes y que el gobierno implementa cada vez medidas efectivas para afrontar la situación.

El Mundo

BBC

Voz de América 

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