Mercados financieros se mantienen sólidos ante la turbulencia política reciente. Tanto la deuda soberana como el tipo de cambio son recalcados entre los de mejor desempeño de la región. En este sentido, analistas comentan los distintos factores de su buen desarrollo, entre los que se encuentran la solidez macroeconómica, el acostumbramiento de los inversionistas ante el escenario político y las perspectivas globales. Asimismo, se resalta la vacancia de Pedro Castillo y la designación de Dina Boluarte como nueva presidenta peruana, evento que trae calma momentánea, pero por el cual los agentes económicos se encuentran vigilantes a nuevas fuentes de riesgo.
La semana pasada, se concretó un alza en el precio de la deuda soberana nacional junto con el buen desenvolvimiento del sol. Por un lado, el precio de bonos con vencimiento a 50 años ha subido en 2 centavos en la semana pasada y ha alcanzado su nivel más alto desde agosto. La deuda en dólares a 50 años también avanzó esta semana, con un incremento de 71.6 centavos en su precio, mientras que los bonos con vencimiento en el año 2051 han subido en más de 2 centavos. Más aún, al observar el spread de la deuda soberana y los bonos del Tesoro estadounidense, este se mantiene como el tercer más bajo de la región con 1.9 puntos porcentuales.
Por el lado de la moneda nacional, el sol se posiciona como una de las divisas de mayor fortaleza en América Latina y se proyecta que mostrará un desempeño favorable el próximo año. Efectivamente, desde enero del presente año, ha presentado una apreciación del 3.5%, solo superada por el peso mexicano y el real brasileño. En contraste con la alta volatilidad de las monedas del mundo, el sol peruano se ha mostrado como una divisa estable a lo largo del 2022, precisa Mario Guerrero, jefe de estudios económicos en Scotiabank.
En declaraciones de Sarah Glendon (analista de Columbia Threadneedle Investments) a Gestión, se menciona la firmeza de los fundamentos subyacentes de la economía peruana como uno de los factores importantes de este buen desarrollo. En especial, se recalca la solidez con la que el mercado percibe el contexto fiscal y sus reservas de divisas, que no se ven afectados por choques políticos. Es más, la turbulencia política local parece no afectar las perspectivas en los mercados financieros: Mario Guerrero recalca que los inversionistas ya están acostumbrados a dicha turbulencia, por lo que solo contarán con movimientos en el ámbito internacional.
En este sentido, la continuación de este buen desarrollo dependerá de dos factores adicionales en el ámbito internacional. En primer lugar, dada la reducción en la inflación americana, se espera una menor agresividad en la subida de tasas de la Fed, lo cual mejorará las perspectivas de crecimiento de la actividad económica mundial y disminuirá la percepción de riesgo. En segundo lugar, gracias a las medidas contra el Covid19 en China, todavía existe incertidumbre respecto a la demanda de cobre, lo cual será crucial para el mercado financiero peruano, afirma Guillermo Arana, gerente de estudios de Renta4 SAB.
Vacancia y nuevas promesas
Un suceso reciente que apoya el desempeño del mercado financie peruano es la reciente vacancia del expresidente Pedro Castillo. La prevalencia del Estado de Derecho y la institucionalidad peruana disipan las consecuencias que pudo haber presentado la incertidumbre política sobre el crecimiento económico, según el estratega de BBVA William Snead.
No obstante, los mercados financieros se encuentran expectantes ante la nueva designación de la presidente Dina Boluarte. Si bien la nueva presidenta ha realizado un llamado a la construcción y a la tregua por un país “viable”, un posible acercamiento con el Congreso para un intento de flexibilización fiscal será mal recibido por los inversionistas.
Fuentes:
Gestión (1)
Semana Económica (2)
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