Económica

Desarrollo vs Crecimiento

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El crecimiento económico de un país se mide, generalmente, según cuánto más produce un país respecto a un periodo anterior. El principal indicador de este, es la variación del Producto Bruto Interno. Esta variable es muy utilizada por los economistas para conocer discretamente el estado de la economía de un país. Sin embargo, esta misma variable puede ser engañosa para medir el desarrollo. Un país puede crecer económicamente a pasos agigantados, pero desarrollarse de manera minúscula. No obstante, el crecimiento económico sí es uno de los indicadores que mide ello, mas no el único.

Es innegable que el Producto Bruto Interno (PBI) es un indicador sumamente importante en todas las economías. Sin embargo, es también un indicador parcial; es decir, solo mide la producción que hace un país, y la productividad de sus habitantes. Si bien, este indicador permite comparar a países de manera estandarizada, este no toma en cuenta criterios de desarrollo como tal. Así, por ejemplo, un país puede producir más, pero también acabar más rápido con sus recursos naturales; o producir más pero tener niveles de contaminación elevadísimas. Es evidente que acabar con los recursos naturales o contaminar el medio ambiente es altamente negativo. Asimismo, que el PBI crezca puede suponer un incremento en el ingreso del país y de las personas, pero no refleja en realidad el bienestar de las personas.

Un país puede crecer económicamente a pasos gigantes, pero eso no quiere decir que progrese en igual medida. Un país puede tener grandes industrias que produzcan bienes de alta calidad, pero ello no quiere decir que sea sostenible. Para que una industria local pueda producir más papeles, por ejemplo, va a requerir de más madera; por lo tanto, será necesario la tala de más árboles. Lo anterior puede generar más puestos de trabajo y, en consecuencia, aumentar la capacidad adquisitiva de sus trabajadores. Sin duda, ello aumentará el PBI y, entonces, el crecimiento será mayor. Pese a ello, la tala de árboles es una externalidad negativa; el beneficio que genera un árbol puede ser mucho más valioso que el beneficio económico que supone talarlo.

Sin embargo, las consecuencias favorables, al menos en materia económica, a la que conduce el crecimiento económico es una de las ventajas que presenta. Mientras un país crezca más económicamente, obtendrá también mayor recaudación fiscal. Así, el estado tendrá mayor presupuesto para invertir en bienes públicos, aumentar lo destinado a sectores como educación o salud, aumentar la inversión pública. Del mismo modo, sus pobladores obtendrán mayor capacidad adquisitiva; ello producirá un incremento en el consumo local y una aceleración de la velocidad de circulación del dinero. Asimismo es también evidente que la facilidad con la que se obtiene el PBI hace que su utilización como principal indicador se mantenga hasta la actualidad.

No obstante, el crecimiento económico no es suficiente para suponer que el país está desarrollándose o progresando. El progreso social y la sostenibilidad de los recursos pueden tomarse como otros indicadores de desarrollo. De esta manera, por un lado, el progreso social tiene que ver con los derechos de las personas, con la verdadera igualdad de oportunidades, y con la correcta redistribución de los recursos. Puede existir un crecimiento en materia económica de cada persona, pero un retroceso social; o haber un crecimiento económico pero una redistribución no equitativa.

Por otro lado, la sostenibilidad de los recursos tiene que ver con el correcto uso de estos, siendo responsables con el manejo y cuidándolos, pues las generaciones futuras son las que tendrán las consecuencias de los actos de hoy. De nada sirve que el PBI crezca hoy si mañana no se va a poder vivir con una contaminación abrumadora. Explotar los recursos ayudará a incrementar el PBI pero profundizará la destrucción de la naturaleza. Cuando se intente solucionar este problema puede que la velocidad de recuperación no sea igual de rápido que la de destrucción.

En conclusión, hablar de desarrollo no solo supone hablar de crecimiento económico. Es un indicador importante, mas no un el único indicador en cuanto a desarrollo. Con esto no se quiere dejar de lado el PBI, pero es necesario tener en cuenta que es un indicador de muchos otros. Si intentamos abstraerlo, las variables que quedan son también parte del desarrollo. Un país que toma en cuenta el PBI como si fuese el único indicador y el más confiable está cometiendo un grave error de omisión de variables relevantes y de miopía. El crecimiento tiene que ser sostenible, teniendo en cuenta las otras variables y pensando en el futuro de las nuevas generaciones.

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Fuente:

CEPAL (1)

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