El pasado 5 de mayo, la administración del presidente Joe Biden afirmó su apoyo a la iniciativa de suspender temporalmente las patentes de las vacunas contra el coronavirus frente al pedido de países como India y Sudáfrica, así como demás países del mundo que se encuentran en el peor momento de la crisis sanitaria. Sin embargo, los críticos de la propuesta argumentan que esta resulta inviable.
El 5 de mayo del presente año, la administración del presidente Joe Biden anunció que apoyará la suspensión temporal de las patentes de las vacunas contra el coronavirus en la Organización Mundial del Comercio (OMC) el tiempo que dure la pandemia.
La situación de la pandemia se ha vuelto insostenible en distintos países, especialmente en aquellos en vías de desarrollo, ante el colapso de sus sistemas hospitalarios. Tal es el caso de la India, que es el país con mayor número de fallecidos en el mundo. De esta manera, el anuncio resulta de suma importancia al demostrarle a los países más desarrollados que esta pandemia no terminará hasta que el coronavirus no sea enfrentado y derrotado en todo el mundo, ya que el riesgo de que se originen nuevas variantes del virus sigue en aumento.
Desde los últimos meses del 2020, India y Sudáfrica fueron los primeros países en proponer la liberalización de las patentes ante la OMC y, hasta el momento, más de 100 países se han unido a este pedido presentado en octubre del año pasado. En mayo del presente año, ambos países han presentado una nueva propuesta con la finalidad de liberar tanto las patentes de las vacunas, así como de medicinas y otros recursos sanitarios que ayuden a enfrentar al virus.
De esta manera, Katherine Tai, la representante de Comercio exterior estadounidense, a través de un comunicado publicado en Twitter, ha mostrado su apoyo a esta iniciativa al argumentar que “en este contexto extraordinario, son necesarias medidas extraordinarias”. Así, la idea de la suspensión de patentes busca “la exención de propiedad intelectual”, lo cual permitirá que los países en vías de desarrollo puedan fabricar las vacunas en su propio territorio para que así puedan acceder a las vacunas que se han concentrado en ciertos países.
Críticas a la iniciativa
Una de las críticas que se generó en el debate de la OMC es que esta iniciativa resulta inviable al poner en riesgo “la innovación tecnológica”. El presidente ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, explicó en una entrevista que liberar las patentes no implica un aumento de la producción. Por el contrario, argumenta que empresas como Pfizer, que han pasado durante un año trabajando por aumentar la producción y mejorar la distribución hacia todos los países, se verían desalentadas a desarrollar nuevas medicinas en futuras crisis sanitarias.
Otra objeción que presentan los críticos es que, al ser compleja el proceso de fabricación de las vacunas, puede ser traer dificultades al momento de transmitir los conocimientos ya que no todas las industrias farmacéuticas tienen la tecnología disponible. Por ejemplo, mencionan el caso de la compañía Johnson & Johnson, el cual tenía cerca de 100 candidatos para asociarse en la fabricación de vacunas; sin embargo, solo 10 de estos cumplían los requisitos.
Te puede interesar: LAS LICENCIAS OBLIGATORIAS DE LAS VACUNAS Y SUS POSIBILIDADES EN LA PANDEMIA DEL COVID-19
Síguenos en Facebook e Instagram
Fuentes:
El País (1)