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[OPINIÓN]: ELECCIONES 2021: FUJIMORI, MONTESINOS Y UN POSIBLE GOLPE DE ESTADO BLANDO EN MARCHA?

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Durante las últimas semanas, ha estado ocurriendo una serie de eventos no aislados en la política peruana, los cuales han generado especulaciones de un futuro golpe de Estado. Como dice aquella frase: “en política no hay coincidencias”. Al igual que en los años 90, los apellidos Fujimori y Montesinos vuelven a cobrar protagonismo en la política peruana. Sin embargo, en esta ocasión Keiko Fujimori, hija del exdictador Alberto Fujimori, sería solo una pieza más de toda esta maquinaria que intentaría realizar un nuevo golpe de Estado.

Estos últimos días, se ha estado especulando sobre un posible golpe de estado que estaría en marcha; este no se pretendería realizar como en los años 90, en el cual los soldados y los tanques salieron a las calles. En estos tiempos actuales, el fujimorismo estaría utilizando los mecanismos institucionales y supuestamente legales, es decir, un “golpe de Estado blando”, para desconocer los últimos resultados electorales e impedir que Castillo asuma sus funciones como presidente electo.

Según Gene Sharp, politólogo, filósofo y autor del libro llamado “De la Dictadura a la Democracia”, un golpe de Estado blando o suave se refiere a una serie de medidas que van desde el debilitamiento gubernamental hasta la fractura institucional. Es decir, se utilizan estrategias conspirativas no violentas, utilizando los mecanismos institucionales y, supuestamente, legales en apariencia para acreditar dichos cambios en el poder. Lo anteriormente dicho por Sharp, hoy en día, se estaría dando en Perú, lo cual se evidencia con las acciones tomadas por Keiko Fujimori a pocos días después de haberse realizado la segunda vuelta. Cabe mencionar que, como señalan Soler y Nikolajczuk: “los golpes de Estado del siglo XXI intentan anular, eliminar o inhibir un proceso en marcha que, en general, aparece como una amenaza para los intereses de los sectores económicos y políticos concentrados, ya sea porque estos gobiernos inician un proceso de radicalización democrática que limita la capacidad de imposición de los sectores dominantes”.

PRIMER ACTO

Desde la primera vez en la cual Keiko Fujimori dio una conferencia de prensa y denunciaba un supuesto fraude en mesa, inició esta serie de eventos políticos que tendrían como principal propósito realizar un eventual golpe de Estado blando y no reconocer los resultados de las últimas elecciones. Posteriormente a ello, el equipo que acompaña a Fujimori presentó 945 pedidos de nulidad de actas electorales, de los cuales el 86% de estos fueron declarados nulos por presentarse fuera del plazo legal, con lo cual solo se admitieron el 14% de estas, es decir, 135 pedidos de nulidad. Cabe mencionar que, era la primera vez en la cual se presentaba una gran cantidad de pedidos de nulidad, ya que en las anteriores elecciones estas fueron muchísimo menos.

SEGUNDO ACTO

Por otra parte, debido a los audios de Montesinos difundidos recientemente, se supo que este estaba coordinando con Pedro Rejas Tataje, persona cercana al fujimorismo, para sobornar a los miembros que conforman el Pleno del Jurado Nacional de Elecciones(JNE), con el propósito de que sus votos sean a favor de Fujimori. Asimismo, en uno de los audios, cuya fecha pertenece al 10 de junio de este año, se menciona que contaban con el apoyo de Luis Arce Córdoba, representante del Ministerio Público en el Pleno de la JNE, el cual le había mencionado que podría conseguir los votos de los otros miembros del Pleno, sin contar con la del presidente, Jorge Luis Salas Arenas, a cambio de un millón de dólares para cada miembro. Cabe mencionar que, al día siguiente, el 11 de junio, de dicha grabación, con 3 votos a favor, incluyendo el de Arce, y un voto en contra, realizado por Salas Arenas, el JNE aprobó la ampliación del plazo para presentar la nulidad de actas, lo cual favorecía a Fujimori; sin embargo, antes de terminar el día tuvieron que rectificarse y votaron en contra de dicha medida debido al anuncio público que hizo IDL-Reporteros acerca de la sentencia del Tribunal Constitucional en el cual se refería a los plazos que otorgan seguridad jurídica y que son perentorios.

TERCER ACTO

Mientras los Jurados Electorales Especiales(JEE) analizaban dichos pedidos de nulidad de actas, el equipo que acompaña a Fujimori pidió un hábeas data al Poder Judicial, con el propósito de conocer la lista de electores. Por su parte, el expresidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, presentó una acción de amparo contra el JNE en el cual solicitaba declarar nula la elección de la segunda vuelta.

CUARTO ACTO

Por su parte, el actual Congreso ha decidido acelerar el proceso de la irregular selección de los nuevos integrantes del Tribunal Constitucional, con lo cual se pretendería que los nuevos miembros elegidos compartan los intereses particulares de estos pequeños grupos de poder, los cuales son afines a Keiko Fujimori, que controlan el Congreso. Es decir, se estaría buscando que, en caso se presente alguna medida ante el Tribunal Constitucional con respecto a las últimas elecciones, este favorezca al grupo que está organizando este golpe de Estado blando, lo cual les daría cierta legitimidad en los actos que han estado realizando.

ACTO FINAL

El paso miércoles 23 de junio, Luis Arce Córdoba, miembro del Pleno del JNE e investigado por el caso Los Cuellos Blancos, presentó su “declinación irrevocable” al cargo que ejercía. Con dicho acto, se estaría buscando alargar el proceso de analizar los pedidos de nulidad de actas, ya que el Pleno no puede sesionar si no tiene el quorum mínimo, el cual es de cuatro miembros. Dicho acto tendría como último fin no proclamar al presidente electo, es decir a Pedro Castillo, antes del 28 de julio. En caso pasara ello, el presidente del nuevo Congreso elegido recientemente, tendría que asumir el cargo de Presidente de la República y convocar a elecciones inmediatamente. Por lo tanto, con dicho acto final y los supuestos previamente mencionados se estaría concretando un golpe de Estado blando, ya que Pedro Castillo no asumiría sus funciones como presidente.

En conclusión, tanto Fujimori como Montesinos serían solo dos de los actores claves que estarían involucrados en este posible golpe de Estado blando, el cual se estaría dando en estos momentos. Asimismo, se ha evidenciado el uso de mecanismos institucionales a través del lawfare, también conocida como “guerra jurídica”, que buscarían deslegitimar los resultados electorales de segunda vuelta.

Por otra parte, una gran parte de la conservadora élite limeña estaría detrás de la realización de este posible golpe de Estado, el cual va más allá de solo supuestas especulaciones o conspiraciones paranoicas, ya que no conciben que una persona que no pertenece a su grupo social y que no comparte los intereses particulares de estos, debido a que tiene una agenda económica e ideología diferente al de ellos, sea la que la que tome las riendas del país por los próximos cinco años.

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Fuentes:

La República(1)

La Tercera(2)

The New York Times (3)

TvPerú(4)

RT(5)

Ojo Público(6)

BBC(7)

Soler,L; Nikolajczuk,M.( 2017, Marzo). Actores económicos y medios de comunicación. El golpe parlamentario a Fernando Lugo (2012). Revista Latinoamericana de Comunicación. Recuperado de (8)

«Las ideas expresadas en esta columna no representan la postura de Económica»

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