Si bien la respuesta del Estado, frente a la crisis sanitaria, fue destinar la mayor cantidad de recursos para tratar de contrarrestar los efectos adversos de la pandemia; ahora, que nos encontramos en la fase de recuperación económica, es difícil distribuir los recursos monetarios de manera eficiente a todos los sectores; sin embargo, un segmento importante para la recuperación del país es la infraestructura.
Como mencionan los economistas Gerd Schwartz, Manal Fouad, Torben Hansen y Geneviève Verdier, en su libro “Well Spent: How Strong Infrastructure Governance Can End Waste in Public Investment”, la infraestructura resulta ser una pieza fundamental para la recuperación económica en un escenario post-coronavirus; ya que, una buena gestión de la infraestructura apoyada en la inversión, tanto pública como privada, “puede ayudar a impulsar un crecimiento más inclusivo, reducir la desigualdad y generar oportunidades económicas para todos”.
El escenario peruano no se aleja mucho de esta perspectiva. Al mes de junio de este año, la inversión en infraestructura alcanzó más de 1,300 millones de soles gracias al facilitamiento de 92 procedimientos. Además, con referencia al Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC), 32 de los proyectos planteados ya se encuentran en ejecución con un monto de 49,000 millones de soles invertidos.
No obstante, nuestro país todavía presenta una gran breca en infraestructura. Se ha llegado a indicar que la brecha asciende a 363,000 millones de soles, y es por esta razón que se desarrolló la primera edición de la Guía para la Inversión en Infraestructura en el Perú 2020/2021 como una iniciativa que tiene como objetivo atraer mayor inversión al país.
Esta guía fue presentada el 22 de setiembre por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Proinversión y la consultora EY Perú, y contiene información relevante como la situación macroeconómica del Perú, indicadores de desarrollo, clima de negocios, acceso a financiamiento y, principalmente, los proyectos en infraestructura ejecutados por cada sector, así como la cartera de proyectos para los próximos años. Se espera que esta guía anime a los inversionistas internacionales a invertir en proyectos de infraestructura nacionales.
Por otro lado, con respecto a la realidad de la infraestructura peruana, es posible encontrar varios logros, así como trechos por recorrer. Un primer ámbito por rescatar son las carreteras. Se cuenta con un total de 168,000 km de vías, de las cuales un 80% se encuentra debidamente pavimentada, que conectan provincias y departamentos. Sin embargo, la mayoría de las carreteras regionales se encuentran sin pavimentar, lo cual abre una oportunidad para que el sector privado ejecute este proyecto.
Un segundo punto por resaltar es el sector de energía, el cual es uno de los sectores en los que nos encontramos mejor posicionados. Así, el acceso a la energía eléctrica de los hogares peruanos ascendió de 75% a 95% del 2004 al 2018. No obstante, el obstáculo se encuentra dentro de las telecomunicaciones, especialmente, el acceso a internet vía fibra óptica.
Finalmente, los sectores de salud y educación son los más perjudicados por la falta de infraestructura. En primer lugar, aproximadamente, un 50% de los hospitales no cuenta con una infraestructura de calidad. Asimismo, solamente, un 30% de las escuelas cuenta con los servicios básicos de agua, desagüe y electricidad.
Fuentes:
Andina (1)
