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Open banking: barreras y beneficios en el Perú

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Según el BCR, los países más avanzados en el Open Banking (OB) son México y Brasil, que ya cuentan con un marco regulatorio y normativa emitida que se encuentran en las primeras etapas de implementación. Por otro lado, en el caso peruano, se viene estudiando el tema desde una perspectiva de servicios financieros y de pagos. Este puede ser un escenario oportuno para que las empresas fintech empiecen a explorar la banca abierta en base a la tecnología e incentivar operaciones.

¿Qué es Open Banking?

El Open Banking (OB) es una tendencia mundial que alienta las instituciones financieras a compartir con proveedores de servicios autorizados, por medio de APIs, datos de clientes (como transacciones y servicios contratados) y servicios bancarios, después del consentimiento explícito del cliente. Con esta información, las entidades financieras podrían colocar créditos con mayor rapidez (al disponer del historial crediticio de clientes de otras instituciones), ofrecer productos financieros personalizados y diseñar servicios de gestión financiera por los mismos usuarios.

A lo largo y ancho del globo se está trabajando en iniciativas orientadas a desarrollar las políticas adecuadas para hacer realidad esta aspiración: desde requisitos normativos directos como en el Reino Unido, la Unión Europea y México; hasta la coordinación del mercado como en Japón y Hong Kong; pasando por recomendaciones como en Singapur; o impulsado por la misma industria como en Nueva Zelanda y Colombia.

Barreras y beneficios

El coordinador de Protagonistas del Cambio UPC, Javier García Blásquez, mencionó que no existe una regulación específica para realizar operaciones en el marco Open Banking en el país, la cual puede seguir en consideración debido a riesgos relacionados al manejo de información. Por ejemplo, no en todas las iniciativas se establecen mecanismos para controlar el tipo de empresas que puede actuar como tercero para acceder a los datos en nombre de un cliente. Asimismo, mencionó que, más allá del marco regulatorio, existen barreras estructurales relacionadas a la expansión del entorno tecnológico y alfabetización financiera que pueden obstaculizar el uso del OB.

Sin embargo, existen ciertos beneficios del Open Banking que hacen atractiva esta tendencia. Primero, el cliente final se empodera debido a que se facilita la gestión de información de los consumidores y empresas. Segundo, se da un impulso a la innovación ya que los bancos amplían su oferta de productos y colaboran con las fintech para que se implementen nuevos productos financieros.

Tercero, se da una promoción de la competencia y una potencial reducción de las tasas de interés ya que la mayor competencia puede disuadir costos financieros. Cuarto, favorece la inclusión financiera porque impulsa a que se creen entidades que orientan sus servicios hacia la población excluida. Quinto, acelera la transformación digital al permitir que las personas incluidas y excluidas financieramente usen herramientas digitales provistas por empresas fintech.

Fuentes:

Gestión (1)

BBVA (2)

BCRP (3)

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