Las proyecciones económicas son muy importantes, ya que, a partir de un análisis macroeconómico, se realizan pronósticos de variables económicas que ayudan en la toma de decisiones. En este sentido, el Reporte de Inflación del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) es un documento al cual se le debe prestar especial atención, pues contiene las proyecciones macroeconómicas para el periodo 2022-2024 que sustentan las decisiones de política monetaria del BCRP. En este artículo se examinarán las proyecciones económicas estimadas en el último reporte publicado el 24 de marzo pasado.
Sector externo:
El reporte indica que la actividad económica mundial ha mostrado una recuperación a partir del tercer trimestre de 2022, la cual ha proseguido hasta inicios de este año, superando las expectativas del reporte pasado (publicado en diciembre). Es por ello que para este año se proyecta un crecimiento mundial de 2,4%, por encima del 2,3% estimado anteriormente.
Este mayor crecimiento se debería principalmente a la reversión parcial de los choques de oferta, la fortaleza de los mercados laborales y la recuperación de China luego del levantamiento de las restricciones adoptadas a raíz de la pandemia del COVID-19. También influyó un mercado de energía menos ajustado que lo previsto durante los primeros meses del año.
No obstante, también se advierten ciertos factores que se mantienen como limitantes al crecimiento e introducen riesgos a la baja en el corto plazo. Entre ellos, la que más destaca es el ajuste de las condiciones financieras globales en medio de un contexto en el que aumentaron las expectativas de alza de la tasa de interés.
Sector interno:
El reporte señala que la actividad económica se expandió 2,7% el año pasado. A este crecimiento contribuyeron el crecimiento de las actividades primarias (sector agropecuario e hidrocarburos) y no primarias (estas crecieron especialmente gracias a la mejora de la situación sanitaria del país). Sin embargo, este crecimiento fue restringido debido a las caídas registradas en sectores como la minería metálica, pesca y manufactura primaria.
Además, como consecuencia de los conflictos sociales sucedidos en el sur del país en diciembre pasado afectaron a sectores no primarios como servicios, comercio y manufactura. Esta situación generó que el PBI del año 2022 haya sido menor al proyectado en el reporte publicado en diciembre.
El informe indica que se espera que la economía peruana crezca un 2,6% en 2023 debido a la recuperación de los sectores primarios, principalmente la minería metálica. Sin embargo, la mayoría de los sectores no primarios disminuirán su crecimiento debido a la caída del consumo privado y la inversión pública, pues esto es lo que usualmente se observa en el primer año de nuevas autoridades subnacionales.
Para el 2024, se proyecta que la actividad económica crecerá un 3,0%, pues se espera que, en este año, las actividades relacionadas con el turismo y los restaurantes alcancen niveles previos a la pandemia. La proyección de crecimiento de 2023 se revisó a la baja debido al impacto de los conflictos políticos y las lluvias en marzo.
El estallido social afectó directamente a las actividades agropecuarias, mineras, de comercio y algunos servicios como el turismo, lo que afectó negativamente la confianza, tanto de los empresarios y de los consumidores, y moderó el gasto privado.
Inflación
La inflación interanual aumentó de 8,45 % en diciembre de 2022 a 8,65% en febrero de 2023. Los rubros que más contribuyeron a la variación de la inflación fueron las comidas fuera del hogar, transporte local, carne de pollo, productos para el cuidado personal y papa. La inflación sin alimentos y energía aumentó de 5,71% a 5,87% en el mismo periodo, ubicándose por encima del rango meta.
Dado que la principal función del BCRP es preservar la estabilidad monetaria, esta entidad adopta acciones de política monetaria en respuesta a la proyección de inflación y a sus determinantes. Por lo tanto, a partir de la información disponible, se proyecta que la inflación interanual retorne al rango meta (1% – 3%) hacia fines de 2023.
No obstante, el BRCP explica que mantiene el sesgo al alza en el balance de riesgos de la proyección de inflación, debido a diferentes tipos de choques. Uno de ellos es el choque de demanda interna, el cual principalmente es ocasionado por la continua inestabilidad política en el país.
Otro choque relevante es el de demanda externa, pues, al mantenerse el riesgo de una desaceleración del crecimiento global, esto podría ocasionar una menor demanda por nuestros principales productos de exportación (demanda externa). No obstante, otros factores relevantes dentro de este choque también incluyen condiciones financieras internacionales más restrictivas, mayores tensiones geopolíticas, nuevas disrupciones en las cadenas globales de suministros, el impacto de la inflación sobre el consumo, y la probable desaceleración del crecimiento económico de China.
Respecto a los choques de precios de alimentos y energía, estos se siguen considerando debido a que todavía se mantienen las tensiones geopolíticas en Europa del Este y en China, lo que aún genera temores de escasez global de alimentos. Asimismo, las recientes tensiones comerciales entre Estados Unidos, China y otras economías podrían generar nuevos riesgos de ruptura en la cadena global de suministros.
Por último, también se consideran los posibles choques financieros: el posible retiro anticipado del estímulo monetario en economías avanzadas, crisis bancarias en países desarrollados y la incertidumbre política podrían generar salidas de capitales, aumentando el riesgo país y generando presiones al alza del tipo de cambio que podrían contribuir a una mayor inflación.
En conclusión, el Reporte de Inflación del BCRP es un documento muy útil para informarnos sobre el posible desempeño de la economía mundial y peruana durante los próximos meses. Tal como se puede apreciar en los párrafos anteriores, considera tanto factores externos y internos y estima el impacto que estos podrían tener en la economía nacional. Por ello, es una herramienta fundamental para la toma de decisiones por parte de los diferentes agentes económicos.
Fuente:
BCRP (1)
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