Si bien la caída de la pobreza en el Perú había sido sostenida durante los últimos 20 años, los efectos de una pandemia que paralizó completamente la economía, las sucesivas crisis políticas atravesadas, los conflictos sociales, las emergencias climáticas, entre otros eventos acontecidos en los últimos años, ya sugerían que, en lugar de seguir cayendo, la pobreza estaba en aumento. Sin embargo, no se contaba con información cuantitativa que ayude a dimensionar la magnitud del problema. No obstante, hace unos días, el Banco Mundial presentó el documento: “Resurgir fortalecidos: Evaluación de Pobreza y Equidad en el Perú”, en el que se brindan cifras actualizadas sobre el fenómeno de la pobreza en el país. En el presente artículo, analizaremos cuáles son las nuevas características de la pobreza surgida en estos últimos años y los factores que explican esta situación.
Pobreza y desigualdad después de la crisis
Fuente: Banco Mundial (2023)
Hasta antes de la pandemia, hubo logros importantes en la disminución de la pobreza y pobreza extrema. El informe resalta que el crecimiento económico fue el principal motor detrás de la reducción producida entre el 2004 y 2019. No obstante, como ya es sabido, la pandemia del COVID-19 tuvo un fuerte impacto en el país. Ello ocasionó un crecimiento de 10 puntos porcentuales de la pobreza en el país: esto significó un retroceso de una década en el proceso de reducción de pobreza en el país.
Cuando se descompone el ingreso total en ingreso laboral y no laboral, se observa que las transferencias estatales permitieron mitigar parcialmente los efectos negativos de la crisis.
Fuente: Banco Mundial (2023)
Si bien la tendencia hacia la urbanización de la pobreza había comenzado antes de la pandemia, la composición de la pobreza urbano/rural cambió significativamente a raíz de esta: se encontró que casi 7 de cada 10 pobres viven en zonas urbanas del país. No obstante, debe resaltarse que los pobres urbanos están en una situación más ventajosa que los pobres rurales, pues estos últimos enfrentan mayores privaciones y tienen empleos más precarios. Estos resultados deben ser considerados para las políticas públicas que se busquen plantear más adelante.
Fuente: Banco Mundial (2023)
Por último, en esta primera sección es importante resaltar que, si bien se redujo la pobreza hasta antes de la pandemia, muchos de los que salieron de la pobreza no alcanzaron la condición de clase media. Esto origina que sea una población muy vulnerable a caer en pobreza ante shocks externos negativos (como lo fue la pandemia) y llevó al gran aumento en pobreza mencionado anteriormente.
¿Qué explica la fragilidad del Perú en cuánto a logros sociales?
Si bien en el Perú se ha producido un progreso importante en cuanto a acceso a servicios, todavía se mantienen brechas en el acceso y en la calidad de los servicios. Pese a todo el progreso, tal como se podrá observar en el gráfico siguiente, solo 2 de cada 5 hogares en el país tienen acceso a un paquete de 4 servicios básicos: agua potable, saneamiento, electricidad e internet.
Fuente: Banco Mundial (2023)
Otra razón que explica la fragilidad de los logros sociales en el país es que, pese a algunas mejoras que se produjeron en el mercado laboral, la calidad del empleo continúa siendo baja. Desde antes de la pandemia, cuando el país ya enfrentaba un proceso de desaceleración económica, se advertía que el mercado laboral peruano tenía muchas debilidades estructurales, siendo la más grave la informalidad. Si bien en el 2021, la recuperación económica permitió cierta mejora en el mercado laboral, la calidad del empleo no ha regresado a los niveles anteriores a la pandemia.
Fuente: Banco Mundial (2023)
Un factor importante a considerar también es el de la tributación. El sistema de tributación y transferencias en el Perú tiene un impacto modesto en la desigualdad, a pesar de ser un instrumento poderoso en la redistribución de los beneficios del crecimiento económico entre las personas más pobres y vulnerables. Es por ello que el sistema tributario peruano se encuentra entre aquellos con menor impacto para reducir la desigualdad, especialmente en relación con otros países de ingreso mediano alto.
Por otro lado, los ingresos fiscales generales alcanzaron el 21% del PBI en 2021, uno los niveles más bajos de la región, a pesar de la recuperación de la actividad económica debida al ciclo favorable de precios de las exportaciones de minerales y la recaudación de ingresos extraordinarios. Además, el gasto del gobierno general es más bajo en el Perú que en sus pares en la Alianza del Pacífico y en la región, lo que afecta directamente los recursos disponibles en sectores como educación, cuidado de la salud y seguridad social.
Finalmente, el informe hace énfasis en la alta exposición a choques externos, especialmente a los desastres naturales, de la población más pobre y vulnerable. Esta población es más propensa a sufrir los efectos de los desastres naturales debido a su ubicación en áreas de alto riesgo y su menor inversión en mecanismos que mejoren su resiliencia y reduzcan su exposición. Además, tienen menos herramientas económicas y sociales para manejar los impactos negativos de los desastres naturales, como el acceso limitado a servicios básicos.
El documento indica que los hogares de bajos ingresos y que residen en áreas rurales están más expuestos a los desastres naturales, mientras que los hogares urbanos y de mayores ingresos experimentan más choques idiosincráticos a nivel económico. Asimismo, la exposición a un desastre natural aumenta la probabilidad de caer en la pobreza y limita las posibilidades de salir de ella.
En conclusión, el informe muestra que, si bien el Perú había logrado grandes avances contra la pobreza en las últimas décadas, la capacidad de mantener este logro era muy precaria, por lo que un choque externo tan grande como lo fue la pandemia generó que se retrocediera en mucho de lo que se había avanzado. Esta fragilidad requiere, tal como señala el Banco Mundial, que el gobierno y las instituciones tomen las medidas necesarias para promover un desarrollo inclusivo, centrado en la reducción de la pobreza y la desigualdad, pero que aborde las debilidades mencionadas a lo largo del informe.
Fuente:
(1) Banco Mundial (2023). Resurgir fortalecidos: Evaluación de pobreza y equidad en el Perú. Oficina de Lima, Perú: Grupo Banco Mundial.
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